• 21 junio 2018

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    Categoría : Entrevista

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    “Nuevas políticas contribuyen a mejorar la vida de las mujeres”

    Teresa Salvador-Llivina es la directora del programa COPOLAD desde su primera fase en 2011. Actualmente se está ejecutando la segunda fase del programa sobre políticas de drogas, que centra su conferencia anual en el enfoque de género

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    Teresa Salvador en la 3ª conferencia anual del programa COPOLAD

    ¿Cómo valoras la cooperación en políticas sobre drogas en el marco de trabajo del programa COPOLAD?

    La amplia cobertura del programa, en los 33 países de la CELAC,  ha abierto un número significativo de oportunidades de cooperación entre la región de Europa y América Latina, cubriendo todas las políticas relacionadas con el tema de drogas. COPOLAD es el primer programa de cooperación europeo que lo hace. Mientras que los anteriores tenían un enfoque sectorial, principalmente en la reducción de la oferta de drogas, COPOLAD se basa en todos los aspectos que recogen la Estrategia sobre Drogas 2013-2020 de la Unión Europea y el Plan de Acción 2017-2020.
    Es decir, tenemos la oportunidad de apoyar el desarrollo de políticas equilibradas, basadas en la evidencia. Podemos ofrecer apoyo práctico orientado a conceptos que han surgido recientemente en los países CELAC. En este programa se trata realmente de una política orientada a la salud pública y además, podemos difundir resultados muy positivos.
    En todas estas tareas, contamos con contribuciones claves de agencias multilaterales, como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA), el Secretariado Ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control del abuso de Drogas (CICAD-OAS) y la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) así como redes biregionales de ONGs (RIOD y IDPC).

    COPOLAD promueve la inclusión del enfoque de género en las políticas sobre drogas, ¿Cómo ves ese progreso y cuáles son los principales retos?

    Desde su primera fase, COPOLAD ha sido un programa comprometido con la inclusión del enfoque de género. De hecho, ya dedicamos la conferencia anual de 2013 -celebrada en Quito, Ecuador- al enfoque de género. Esa conferencia fue una primera oportunidad para revisar cuál era la situación de aspectos clave en este campo. Como uno de los resultados de la conferencia, se publicó en 2014 un informe de la situación en los países participantes.
    Desde entonces se han hecho algunos avances en el reconocimiento teórico de la necesidad de incorporar este enfoque en todas las áreas de la política de drogas. COPOLAD está ahora evaluando ese progreso a través de un nuevo informe.

    La tercera conferencia anual de COPOLAD está también dedicada a las mujeres y las políticas sobre drogas, ¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan las instituciones implicadas?

    En primer lugar, las instituciones responsables de elaborar estas políticas deben garantizar que las medidas se basen en la evidencia. Es necesario apoyar diferentes tipos de investigación, tanto cuantitativa como cualitativa, para guiar intervenciones efectivas, sensibles a las necesidades y prioridades de las mujeres.
    En segundo lugar, se requiere una planificación adecuada para garantizar que los cambios se implementen sobre el terreno. En paralelo, las instituciones tienen que ofrecer oportunidades de formación para asegurar el desarrollo de las medidas incluidas en estrategias nacionales y planes de acción. Entre ellas, la prevención con perspectiva de género, programas de reducción de daños, medidas de inclusión social o reformas en el área de justicia respecto a los delitos relacionados con drogas cometidos por mujeres
    Por último, los cambios en las políticas deben ir acompañados de asignaciones presupuestarias apropiadas para la implementación de ciertas medidas y servicios.

    ¿Cómo la perspectiva de género y el empoderamiento de las mujeres pueden mejorar  la efectividad de las políticas de drogas? ¿Qué necesidades deben abordarse?

     

    Los problemas relacionados con las drogas a los que se enfrentan las mujeres son complejos y afectan a diferentes grupos sociales. No solo las que se encuentran en situaciones vulnerables, sino mujeres de todas las edades y condiciones. Esta complejidad requiere un enfoque integral, y ninguna política será completa, equilibrada, holística y efectiva si no toman en consideración los factores de riesgo que afectan a mujeres y hombres de forma diferente,

    ¿Cuáles crees que son las mejores prácticas sobre enfoque de género en Europa, América Latina y en general?

    En esta conferencia, se han presentado algunos ejemplos prometedores de la UE y los países de América Latina y el Caribe. Algunos de ellos incluyen la evaluación de beneficios derivados de cambios en políticas públicas, programas desarrollados o nuevos servicios.
    Me gustaría destacar el lento pero relevante progreso realizado en los últimos cinco años. En esta conferencia, algunos datos positivos sobre cómo las nuevas políticas están contribuyendo a mejorar la vida de las mujeres son alentadores. Además del aumento de programas e iniciativas sectoriales emprendidas por los países e instituciones multilaterales presentes.

    ¿Cómo ves el papel de la sociedad civil para facilitar la percepción de la necesidad de un enfoque de género en las políticas de drogas?

    Para COPOLAD, de acuerdo al Plan de Acción 2017-2018 de la UE, es necesario asegurar un diálogo constante entre las redes regionales e internacionales que trabajan en el campo de las drogas, involucrando a la Sociedad civil en la implementación y evaluación de los planes de acción así como en los diálogos birregionales y programas de cooperación como COPOLAD.
    Por ello, contamos con una red birregional (RIOD) y otra internacional con organizaciones no gubernamentales, tales como agencias colaboradoras. A través de ellas, intentamos apoyar el aumento de la participación de la sociedad civil en cada país participante

    ¿Cuál debe ser el enfoque de futuras iniciativas respecto a los problemas de género?

    La disponibilidad de datos necesarios para diferenciar las especificidades de los problemas relacionados con las drogas entre mujeres y hombres sigue siendo limitada, así como la evidencia de la eficacia de las respuestas emprendidas. En este contexto, la consideración de la perspectiva de género y el empoderamiento de las mujeres como un elemento clave de las políticas de drogas sigue siendo un desafío que se debe enfrentar en la práctica y de forma transversal.
    Por lo tanto, la investigación, la evaluación del progreso, la asignación de los recursos necesarios, los programas de formación y los cambios en las políticas para garantizar el respeto a los derechos de las mujeres mejorarán sus condiciones sociales, familiares, personales y de salud. Esto requiere una aproximación multisectorial capaz de abordar los principales desafíos, asegurando una coordinación entre agencias en la que el sector público y las iniciativas no gubernamentales – dirigidas por la sociedad civil – aseguren la implementación de estrategias y programas enfocados en la equidad, así como la provisión de servicios adaptados a las necesidades individuales de cada niña y mujer en nuestros países.

    Las opiniones vertidas en este blog son exclusiva responsabilidad de la persona que las emite.

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