• 11 julio 2021

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    “Estamos más cerca de una Europa de los cuidados”

    Entrevista a María Eugenia Rodríguez Palop, Vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo

    Con motivo de la celebración del Foro Generación Igualdad, el encuentro mundial que se ha celebrado en París para impulsar la igualdad de género tras los reveses de la pandemia, y en el que ha participado el programa EUROsociAL+ de la Unión Europea, hemos entrevistado a María Eugenia Rodríguez Palop, Vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género para analizar algunos de los principales retos.

    ¿Podemos estar satisfechas con la nueva Estrategia Europea por la Igualdad de Género 2020-2025?

    La Estrategia ha sido un paso adelante pues contempla la violencia contra las mujeres de una manera muy integral. Ratifica el Convenio de Estambul señalando incluso a los gobiernos que no lo han ratificado y que impulsan campañas de desinformación sobre este convenio en la Unión Europea. No creo que vayamos a ver una directiva integral que abarque todas las violencias machistas pero si se están dando pasos adelante en el reconocimiento de la violencia de género como Eurodelitos.

    También se busca articular medidas concretas para eliminar todas las formas de segregación laboral que existen en el mercado de trabajo. Hay sectores completamente masculinizado y  feminizados, por ejemplo las mujeres de la limpieza,  las cajeras, las sanitarias, las trabajadoras de los Servicios Sociales. Estas mujeres no solamente están mal pagadas sino que están infravaloradas del punto de vista social y cultural. Esta es una de las cuestiones que aborda la estrategia.

    Queremos que se atiendan los servicios de cuidado, que tienen que ser públicos accesibles y universales, que no se utilice el teletrabajo para sobrecargar las mujeres y que se ponga el valor en valor el trabajo de la de las mujeres en el mundo de los cuidados, además de atender a sus condiciones laborales y salud. También que se logre una mayor y mejor representación de mujeres en el espacio económico y en los consejos de dirección.

    ¿Avanzamos hacia un Pacto Europeo por los cuidados?

    Yo diría que se avanza sin ninguna duda porque antes no se contemplaba y ahora sí se contempla.  En segundo lugar porque el pilar social de la Unión Europea, que era el hermano pobre en el derecho y la política de la Unión Europea, hoy está más fortalecido. La directiva de salario mínimo y de transparencia salarial, que se está discutiendo en el Parlamento Europeo,  va a  mejorar sin ninguna duda la vida de la gente y la vida de las mujeres en particular porque va a sacar a la luz e incluso eliminar la brecha salarial que hoy existe entre hombres y mujeres y que es del 14. Esta brecha se traduce después en una brecha en las pensiones del 37% lo que significa que nuestras mayores son mucho más pobres que sus homónimos varones.

    Además la directiva de conciliación se ha fortalecido, se va presionar más a los Estados para que la implementen, y esto es muy favorable para el mundo de los cuidados que es el mundo de las mujeres y que está completamente feminizado.

    La segregación que sufren las mujeres en el espacio público y laboral se debe a la sobrecarga de tareas domésticas y por tanto hay que legislar sobre la corresponsabilidad de mujeres y hombres al interior del hogar.

    En definitiva, si me parece que estamos más cerca que antes de la Europa de los cuidados.

    En la FIIAPP trabajamos mucho con América Latina ¿qué desafíos compartimos en temas de género con la región?

    Creo que son muchos los retos que compartimos con América Latina. En primer lugar la lucha contra las violencias machistas. En segundo lugar, la lucha por los derechos sexuales y reproductivos. Hace una semana el Parlamento tuvo que sacar a duras penas una resolución para instar a todos los Estados Miembros a garantizar el derecho al aborto legal y seguro. En América Latina se han dado pasos adelante en Argentina y seguramente, ojalá, se dé también en Chile. Pero el nivel de violación de derechos reproductivos que hay en algunas regiones como Centroamérica es muy preocupante.

    Diría que tampoco la igualdad entre hombres y mujeres se ha logrado en ninguna parte y Europa, aunque camina hacia delante y hay que ser optimistas, camina a paso de tortuga y esto lo ha dicho el propio EIGE.  Los niveles de pobreza que sufren las mujeres en América Latina no son comparables seguramente con lo que sufren las mujeres en la Unión Europea pero, una vez más, el reto  para conseguir la igualdad sigue pendiente en unos sitios y en otros. Con dimensiones diferentes, con una profundidad distinta, pero hay objetivos que podemos perfectamente compartir con las mujeres latinoamericanas. En las huelgas del 8M se ha puesto de manifiesto precisamente en esta dimensión global porque a las mujeres nos atraviesan problemas muy similares en diferentes partes del mundo.

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  • 25 marzo 2021

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    Las cicatrices de la violencia de género no siempre son visibles

    La jefa del Área de Derechos Humanos e Igualdad de la Policía Nacional, la Comisaria Mª Dolores López, analiza la desigualdad de género y nos cuenta el trabajo de la Policía para combatir esta problemática.

    Hablamos sobre la violencia de género y el trabajo de la Policía Nacional para combatirla con la  jefa del Área de Derechos Humanos e Igualdad, la Comisaria Mª Dolores López con la colaboración de América Pérez, Inspectora, Jefa de la Oficina Nacional para la Igualdad de Género y Leticia Matarranz, Inspectora, Jefa de la Oficina Nacional de Derechos Humanos.

    ¿Existe una violencia específica que se ejerce contra la mujer? ¿Por qué? 

    Sí, existe una violencia específica sobre la mujer, simplemente por el hecho de serlo. Se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad, que es histórica, y que constituye uno de los ataques más flagrantes a los derechos humanos. 

    Esta violencia tiene sus raíces en las desigualdades de género, presentes durante siglos en nuestra sociedad a través de los estereotipos, los roles de género y las ideas sexistas que nos han enseñado falsamente sobre hombres y mujeres.  

    Al hablar de violencia contra la mujer, ¿es importante recalcar que existe violencia física pero también psicológica? ¿Dirías que hay otros ámbitos/formas de violencia contra la mujer? 

    Por supuesto que el abuso no siempre es físico, o sólo físico, y las cicatrices no siempre son visibles. Es importante tener en cuenta que además del maltrato físico, existen otras formas de violencia, como la psicológica, la sexual, la laboral, la económica, la institucional o la simbólica, que recoge los estereotipos, los mensajes y valores que transmiten y favorecen que sigan repitiéndose las relaciones basadas en la desigualdad. Se habla ahora también de la violencia obstétrica, según informes de la Organización Mundial de la Salud, y que tiene sus raíces en no tomar en consideración de los derechos de la mujer, en un proceso natural como es el parto, y que acaba afectando al derecho a la intimidad y a la integridad física, en algunos casos.  

    ¿Qué papel tienen las instituciones públicas en la lucha contra este problema y, concretamente, la Policía Nacional? 

    Las instituciones públicas tienen un papel trascendental en la lucha contra esta lacra, no solo porque el mandato constitucional impone a los poderes públicos la obligación de promover las condiciones para que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas, y remover los obstáculos que lo impidan, o por los compromisos internacionales asumidos por España, como el Convenio de Estambul, sino porque el Estado tiene el deber de proteger a todos sus ciudadanos y ciudadanas. Las instituciones públicas de nuestro país han asumido esta obligación, desde la promulgación de la LO 1/2004, la cual supuso un avance pionero en la protección integral de la mujer frente a la desigualdad estructural vinculada a la desprotección económica, social y cultural, hasta el desarrollo de estrategias preventivas específicas en la materia, con la aprobación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.   

    La Policía Nacional, además, como parte de las instituciones públicas, y reforzando su compromiso con la defensa de los derechos humanos, y particularmente contra cualquier violación de los mismos por razón de sexo, ha establecido en sus Planes Estratégicos Institucionales que impulsar una actuación policial integral en el ámbito de la violencia contra las mujeres es un objetivo esencial.  

    ¿Podría dar algunos ejemplos sobre el trabajo de la Policía contra esta violencia? 

    En este contexto de prevención y de lucha contra la violencia de género, y al objeto de mejorar la calidad del servicio de las víctimas, en el seno de la Policía Nacional, se crearon ya en el año 1986 los primeros servicios de atención a la mujer, conocidos como SAM, cuya evolución son las actuales Unidades de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) dependientes del Área de Policía Judicial. 

    Basadas en el reconocimiento de la singularidad y características complejas de la violencia de género, las UFAM son unidades especializadas que constituyen el servicio policial de repuesta integral para el tratamiento de la Violencia de Género, de la Violencia Doméstica, los delitos contra la libertad sexual y los delitos cometidos contra los menores de edad. 

    ¿Considera que la sociedad está comprometida en el combate contra la violencia contra la mujer? 

    Por supuesto, la sociedad juega un papel fundamental para combatir esta violencia. 

    A pesar de que España sea un país pionero en erradicación de la violencia de género en todas sus formas y que la sociedad se muestre comprometida en su abolición, los datos revelan que todavía queda mucho trabajo por hacer. Para eso se necesita un consenso institucional, político y social que muestre, sin fisuras, el compromiso de todas las instituciones con la sociedad española. 

    Para llevar esto a cabo sería necesario fomentar las acciones de sensibilización sobre el daño que producen la desigualdad y las conductas violentas como así ha ocurrido en las últimas campañas en las que el foco se ha puesto en el maltratador y el entorno de la víctima. 

    Que la víctima reciba apoyo externo es crucial para salir de una situación de violencia de género porque la mujer que la sufre se encuentra anulada y de eso se ha encargado el agresor en una fase previa del proceso, de aislarla y minar su autoestima. Ante este escenario, la familia y el círculo más íntimo de la víctima tienen una posición privilegiada para asesorarla y llegado el caso acompañarla a denunciar.   

    Aunque la sensibilización debe comenzar en las primeras etapas de los niños y niñas, a través de la educación transmitida por las familias y que ésta se vea reforzada en las escuelas a través de la promoción de las relaciones basadas en el respeto y en la igualdad. Sólo si actuamos desde el inicio, se obtendrán los frutos de la prevención y la sensibilización. 

  • 21 enero 2021

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    La constante adaptación de un proyecto de cooperación frente al cambio

    El proyecto MYPOL ha debido adaptarse a la irrupción de la COVID y a la realidad actual de Myanmar para seguir fomentando la reforma de su policía. María José Urgel, coordinadora del proyecto en la FIIAPP nos ofrece una visión general de MYPOL y de la redefinición de objetivos y actividades.

    MYPOL es uno de los proyectos europeos de cooperación delegada liderado por la FIIAPP, que busca brindar apoyo a la Policía de Myanmar, para que ésta ofrezca un servicio preventivo y eficaz, en donde primen los estándares internacionales, el respeto a los derechos humanos y la sensibilización de género.

    Para la consecución de este ambicioso objetivo se establecieron dos oficinas en el país, una en Yangón y otra en Nay Pyi Taw. Desde el terreno y en coordinación con la sede de la FIIAPP en Madrid, nos hemos centrado en varias áreas de intervención policial: mejora en materia de investigación criminal y manejo de masas; modernización del área de recursos humanos y formación profesional; mejora en materia de rendición de cuentas y marco legal; fortalecimiento de la relación entre la policía, la sociedad civil y los medios de comunicación.

    Además, desde hace algo más de año y medio, la FIIAPP ha apostado por incorporar la perspectiva de género en MYPOL y, hoy, cuenta con una estrategia de género y un programa de mujeres, paz y seguridad, desde donde se transversaliza el género hacia las cinco áreas de intervención y se asegura la implementación de toda la estrategia a nivel institucional.

    El proyecto cuenta con la colaboración de cuatro agencias de cooperación socias; la irlandesa del norte NICO, la alemana GIZ, la suiza DCAF y la francesa CIVIPOL, que transfieren conocimientos técnicos específicos a la policía de Myanmar, a través de las distintas actividades, principalmente, capacitaciones, elaboración de guías y protocolos de actuación y actividades de sensibilización.

    El intercambio entre administraciones públicas, característica fundamental de la FIIAPP, se produce a través de la Policía Nacional española, que lidera la temática relativa al manejo de masas.

    Para entender el contexto en el que se desarrolla MYPOL, hay que tener en cuenta la historia del país, pues gran parte de la coyuntura actual está relacionada con largos años de dictadura militar; una prolongada guerra civil con diversos grupos étnicos coexistiendo, todavía sin resolver; e importantes barreras sociales y culturales que impactan en la igualdad deseada para las mujeres. Además de importantes condiciones de pobreza que se han ido acentuado a la par que sus conflictos internos.

    Desde el 2011 el país ha iniciado un proceso de transición hacia la democracia que todavía debe de consolidarse. En los últimos años, la tensión étnica en el norte del estado de Rajine, más conocida como la crisis de los Rohingyas (minoría musulmana en un país mayoritariamente budista), ha incrementado drásticamente la violencia en la zona y tensionado a la comunidad internacional en su relación con Myanmar y viceversa.

    Sumado a lo anterior, la COVID 19 y el desconocimiento inicial de su impacto, nos sorprendió, convirtiéndose en otro reto adicional. En pocos meses, gran parte de las actividades de capacitación tuvieron que suspenderse temporalmente debido a las restricciones establecidas por el Gobierno. Esto también afectó a los espacios de interlocución conjunta entre los y las representantes de MYPOL, la Policía y las autoridades.

    Además, durante los últimos meses, el proyecto MYPOL ha tenido que desarrollarse en un clima político complejo previo a las elecciones celebradas en Myanmar el pasado noviembre, entre restricciones de movilidad a causa de la COVID y la continuación de la violencia en algunas zonas del país.

    Sin embargo, la capacidad de adaptación a los cambios y la creatividad de todo el equipo, para ajustar la estrategia de MYPOL, ha hecho que, en este momento, la implementación de nuestras actividades constituya un importante aporte al país, sin dejar de lado los objetivos que constituyeron el proyecto desde sus inicios. Tras numerosas reflexiones internas se ha decidido centrar los esfuerzos, entre otros, en:

    – El fortalecimiento de nuestra capacidad en materia de género a lo interno de MYPOL, con el objetivo de que los y las expertas que lideran las distintas áreas temáticas del proyecto, identifiquen los aspectos de género más importantes sobre los que trabajar y midan adecuadamente su impacto. Como parte de este fortalecimiento institucional, hemos desarrollado nuestra propia política de acoso sexual y discriminación, de obligado cumplimiento para todo el personal de MYPOL que, además, ha ido acompañada de una serie de cursos de sensibilización.

    -La elaboración de folletos informativos y la consolidación de protocolos de actuación policial ante el coronavirus, distribuidos en distintas áreas de la capital.

    -La impartición de talleres virtuales en sustitución de las actividades presenciales.

    –La elaboración de guías de orientación electoral con motivo de las elecciones para formadores y formadoras de la institución policial que han ahondado en la protección de las libertades y los derechos humanos, el respeto de los medios de comunicación y la provisión de un entorno seguro, especialmente para las mujeres.

    -La elaboración de manuales de actuación forense y protocolos para aplicar el enfoque de género en las entrevistas policiales con enfoque de género. Asimismo, se han diseñado de directrices en materia de arresto policial, siguiendo los estándares internacionales en materia de seguridad y respecto de los derechos humanos.

    –La creación de nuevos órganos en MYPOL como el Critical Incidental Management Team encargado de analizar la evolución de la pandemia en el país y su impacto en la evolución del proyecto.

    -La renovación de las instalaciones de formación en unidades de la policía y la provisión de equipamiento para llevar a cabo investigaciones criminales de manera correcta.

    Y en esa capacidad de adaptarse a los cambios, hemos tenido muy presente dos elementos: la importancia de establecer alianzas locales y la necesidad de fortalecer las relaciones con nuestros cuatro socios.

    Las alianzas locales, nos han ayudado a entender las consecuencias de todos estos cambios coyunturales; hemos incrementado el número de asesores y asesoras nacionales especialistas en materia policial y de género y hemos aumentado nuestras alianzas con la sociedad civil, en particular, con organizaciones de mujeres que durante años han trabajado en la sensibilización de género dentro de la policía.

    El fortalecimiento de la relación con nuestras contrapartes nos ha ayudado a entender mejor cómo los diversos enfoques y las distintas especializaciones profesionales de nuestros socios pueden ser aprovechadas de manera más estratégica frente a la realidad del momento.

    Desde la FIIAPP hemos aprovechado todas las oportunidades de mejora que se han dado, aun en los momentos más complejos para el proyecto. Y hemos aprendido que el aprovechar las dificultades nos ha ayudado a extraer aprendizajes de los procesos de cambio social emprendidos, identificando logros, limitaciones y potencialidades para mejorar nuestras intervenciones. Siendo esa, una línea de trabajo por la que seguiremos apostando.

    María José Urgel, coordinadora del proyecto MYPOL en la FIIAPP

  • 25 noviembre 2020

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    ‘La violencia contra las mujeres no es un invento de un colectivo’

    El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Desde la FIIAPP, analizamos la situación a nivel mundial y el papel de la cooperación internacional con la especialista en género, Cecilia Güemes.

    Aproximadamente 15 millones de mujeres adolescentes (de entre 15 y 19 años de edad) de todo el mundo han sufrido relaciones sexuales forzadas en algún momento de su vida según UNICEF. A nivel mundialuna de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental, según la ONUEl 72% de todas las víctimas de trata a nivel global son mujeres y niñas y 4 de cada 5 mujeres víctimas de la trata son utilizadas para la explotación sexual según UNDOC. Además, al menos 200 millones de mujeres y niñas de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años se han visto sometidas a la mutilación genital femenina en 30 países donde hay datos representativos disponibles según UNICEF. 

    Frente a esta realidad, el 25 de noviembre se reivindica el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. Un tipo de violencia específica que se ejerce contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres: ‘La violencia contra las mujeres no es un invento de un colectivo, sino que se refiere a un tipo específico de violencia dirigido a mujeres y asentado en factores históricos estructurales y en la construcción de roles donde se busca el control, la dominación, la invisibilización o la asignación de un papel específico en la reproducción social de las mujeres’. Así lo explica la presidenta del Grupo de Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Públicas (GIGAPP), Cecilia Güemes. 

    Doctora en ciencias políticas y abogada, Güemes ha desarrollado su carrera profesional en el campo de la investigación en materias como la confianza social y política, las políticas públicas, y la cohesión social. Además, colabora con la Fundación Carolina y es la autora de publicaciones como Mujeres en Iberoamérica: herramientas de gobierno para un cambio que ya ha comenzado o “ Será ley. La lucha por la legalización del aborto en Argentina 

    Para la especialista, las instituciones públicas tienen un rol clave para combatir la violencia de género, algo reflejado en los compromisos adoptados en el año 2015, cuando 193 países se comprometieron a trabajar por el cumplimiento de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este sentido, el quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) es lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a to

    das las mujeres y las niñas. Para ello, este ODS establece diferentes metas como eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación o aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles. Según Güemes, las acciones concretas de los gobiernos inciden y dan forma a la realidad social, por ello, la especialista defiende la necesidad de que las mujeres y la perspectiva de género formen parte del diseño de las  políticas, que se integre la perspectiva de género en toda la acción de gobierno en todas las áreas, ‘no solo que existan instituciones especificas abocadas al tema de género, que se destine presupuesto para diseñar, implementar y evaluar políticas con perspectiva de género y, finalmente, que se capacite al funcionariado encargado de gestionar lo público en perspectiva de género. 

    El compromiso de la FIIAPP  

    La FIIAPP, como agencia de cooperación que trabaja estrechamente con las instituciones públicas, es consciente del papel que tiene la Fundación a la hora de promover la colaboración entre los diferentes agentes sociales para crear un ambiente de paz y desarrollo sostenible, desde un enfoque de género. Dicho enfoque se aplica desde programas financiados por la Unión Europea en sectores diversos como la seguridadla lucha contra la trata de personas, el acceso a la justicia de forma inclusiva, la lucha contra la corrupción o la mitigación del cambio climático. En este sentido, programas como EUROsociAL+, un programa gestionado por la FIIAPP en colaboración con otras agencias europeas, están priorizando el enfoque de género en su plan de acción.  

    También es el caso del programa EUROCLIMA+ en América Latina, a través del cual se busca la integración y la implicación de las mujeres en las políticas elaboradas y en la toma de decisiones respecto a los efectos del cambio climático. Pero no son los únicos proyectos que aplican la perspectiva de género. Programas europeos como EL PAcCTO o A-TIPSOM, que luchan contra el crimen organizado en América Latina y contra la trata de personas en Nigeria, respectivamente, también aplican métodos de trabajo basados en la igualdad de género.  

    De esta forma, la FIIAPP reafirma su compromiso con la erradicación de la violencia contra las mujeres y el papel clave de la cooperación para combatir esta problemática, algo en lo que coincide Güemes: La cooperación internacional es clave en tanto es capaz de contribuir con recursos económicos, humanos y cognoscitivos en el desarrollo de políticas públicas, en el seguimiento y en la evaluación de las acciones y en el uso de buenas prácticasespecialmente en sociedades reticentes a estos temas, donde los roles sociales están asentados normativamente’.  

    Una lectura para concienciarse este 25N  

    ‘Hay muchos libros que recomendaría donde se vislumbra el cambio de época y se retratan las luchas externas e internas que hoy ocupan a las mujeres’, explica la colaboradora de la Fundación Carolina. Dos autoras argentinas que me han gustado mucho son Luciana Peker (Putita Golosa, y La revolución de las hijas) y Tamara Tenenbaum (el Fin del Amor). También recomiendo seguir su trabajo en redes. 

    En y desde Europa, Güemes recomienda el reciente trabajo de Vanessa Springora “El consentimiento”. ‘Me ha gustado mucho ya que deja al descubierto hipocresías y contradicciones en sociedades occidentales. 

    Por último, respecto a autoras contemporáneas, la presidenta de GIGAPP recomienda leer autoras que en sus historias relatan las tensiones que sufren mujeres que buscan cuestionar o romper con los roles de género y contribuyen a la labor, no solo de deconstruir, sino de construir una nueva sociedad.  Chimamanda Ngozi Adichie, Olga Tokarczuk, Siri Hustvedt, Jhumpa Lahiri o Vivian Gornick, por citar algunas de las que más me han gustado’, concluye. 

    Por Cristina Blasco,  (@cbm_cris). Equipo de comunicación FIIAPP. 

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  • 22 agosto 2019

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    Posteado en : Opinión

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    La mujer y las pandillas criminales de Centroamérica

    Sandra Zayas, fiscal de Guatemala y colaboradora de EL PAcCTO, relata en estas líneas la evolución del papel de las mujeres en las pandillas de América Central

    La prevención: una prioridad

     

    Prevención. Es en lo que nos debemos enfocar los países de América Central pues, matemáticamente, tres de los seis países de Centroamérica comenzamos con el problema de las pandillas hace muchos años y tres lo enfrentan de forma incipiente, pudiendo estos lograr resultados muy diferentes, si trabajan con prevención social y delictual.

     

    Si nos centramos en la participación activa de las pandilleras, esta ha sufrido grandes cambios: de ser ellas víctimas de coacciones a ingresar en estos grupos delincuenciales. En algunos países de la región han llegado a tomar papeles como el manejo, en muchas ocasiones, de la logística y las finanzas.

     

    No debemos olvidar la diferenciación entre Guatemala, El Salvador y Honduras, con pandillas muy fortalecidas como la Mara SalvaTrucha y la del Barrio 18, y pandillas relacionadas con mafias, algunas incipientes y otras con fines específicos como es el caso de México, Costa Rica y Panamá.

     

    Guatemala, El Salvador y Honduras son los países con mayor participación de mujeres en pandillas y los resultados presentados en diversos estudios sobre este tema indican que Guatemala es el país centroamericano con mayor índice en desigualdad de género, calificándola como “alta”, El Salvador y Honduras como “media”, y Costa Rica y Panamá como “baja”. Esto supone, menos oportunidad laboral, menos paridad, mayor problema social de género. Esta desigualdad de género en nuestros países coincide con lo presentado en el Taller sobre Mujeres Pandilleras celebrado esta primavera en San Salvador y organizado por EL PAcCTO, proyecto financiado por la Unión Europea y gestionado por FIIAPP y Expertise France, con el apoyo del IILA y del Instituto Camões.

     

    Hay que diferenciar la participación de las mujeres en las pandillas como autoras, cómplices o encubridoras de crímenes estableciendo penas diferenciadas para cada uno de los casos. Resaltar también que, en asuntos de narcotráfico, extorsiones y lavado de dinero, la mujer pandillera realiza actividades necesarias para la comisión de uno o más delitos.

     

    Además, los delitos de narcotráfico han traído como consecuencia, en muchos de nuestros países, la extorsión y asesinatos (sicariatos), donde sí tienen gran participación las mujeres-pandilleras. En Guatemala ya se han dado tres casos de pandilleras que han logrado explotar granadas en autobuses del servicio público. Podemos afirmar entonces que la participación de las mujeres pandilleras en las organizaciones criminales es un hecho.

     

    Por parte de policía, fiscalía y jueces, no se evidencia mayor diferenciación entre mujer y mujer pandillera, con excepción de El Salvador y Costa Rica, con novedosos protocolos internos de trato a mujer-sindicada de un delito.

     

    Las mujeres pandilleras en los centros penitenciarios

     

    Las Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de libertad para las mujeres delincuentes” (Reglas de Bangkok) recomienda reducir el período de prisión de las mujeres a través de medidas correccionales sin custodia, tomando en cuenta la maternidad, el alejamiento de las madres de los menores hijos o incluso las madres que están recluidas con sus hijos en centros carcelarios. Nuevamente es Costa Rica quien ha logrado disminuir el número de mujeres recluidas, tomando en cuenta estos criterios y utilizando medidas alternativas a la prisión en todos los casos de mujeres-privadas de libertad. A lo más que llegan los demás países del Istmo es a diferenciar las cárceles en que van a ser recluidas las mujeres que pertenecen a diferentes pandillas en caso de haber conflicto entre los grupos pandilleros. No olvidemos el tema de reinserción social que no existe positivamente en la mayoría de países, para las mujeres y hombres en general, pues mayor es la dificultad de reinsertar a la sociedad a las mujeres-pandilleras, más si le sumamos el “agravante” del caso de la mujer pandillera que se vuelve testigo protegida o colaboradora eficaz, delatando a su “familia”, su “pandilla”.

     

    Hay que resaltar el escaso presupuesto para invertir en este tipo de problemas, ausencia total o parcial de voluntad política para la creación de normativas positivas, indicadores o estadísticas compartidas con todo el sector de la justicia. Se requieren, además, medios de investigación especializados y sobre todo una voluntad de cambio.

     

    Sabemos que necesitamos oficinas de inteligencia, protocolos interinstitucionales, administradores de justicia comprometidos y con las herramientas suficientes para actuar efectivamente, cooperación interinstitucional e internacional, registros de datos e indicadores específicos para los problemas que se quiere resolver, porque todo esto debe ser medible.

     

    Y concluyo entonces con las 5Ws: ¿qué debemos hacer? Trabajar este problema antes de que se extienda a los demás países con la intensidad que ya existe en algunas regiones. ¿Cómo? Trabajando juntos con políticas de gobierno definidas, con inteligencia, registros y mediciones. ¿Por qué? Por un mejor futuro para nuestros países. ¿Quién? Todos los habitantes que amen a su país. ¿Dónde? En todo el mundo y ¿cuándo? Pues ya.

  • 21 marzo 2019

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    “Todo se ve diferente cuando nos ponemos en la piel de la otra persona”

    Hoy, 21 de marzo, es el Día internacional para la eliminación de la discriminación racial. Para celebrar esta fecha, charlamos con Lucía Molo, técnica del proyecto Convivir sin discriminación

    Hoy es el día internacional de la eliminación de la discriminación racial, ¿para qué crees que sirven los días internacionales?

     

    La iniciativa promovida por Naciones Unidas de marcar en el calendario días internacionales, tiene entre sus objetivos llamar la atención y sensibilizar a la opinión pública respecto a una problemática en cuestión. Son asuntos sobre los que todavía queda mucho por trabajar, por lo que son la excusa perfecta para recordar a la sociedad y a sus gobiernos que deben actuar al respecto.

     

    ¿Qué es la discriminación racial?

     

    Según se recoge en la normativa de la Unión Europea, se dice que hay discriminación racial directa cuando existe un trato menos favorable hacia una persona fundamentado por motivo de raza, color, lengua, religión, nacionalidad u origen nacional o étnico de lo que sea, haya sido o vaya a ser tratada otra en situación comparable. También reconoce que la discriminación puede existir no sólo cuando se trata de modo diferente a personas en situaciones si­milares, sino también cuando se trata de forma idén­tica a personas en situaciones diferentes. Esta última forma de discriminación se denomina «indirecta» por­que no es el trato lo que difiere, sino sus efectos, que afectan de distinto modo a personas con caracterís­ticas diferentes.

     

    Cotidianamente se producen en nuestro entorno incidentes discriminatorios a causa del origen racial o étnico, afectando a personas refugiadas e inmigrantes, a la comunidad gitana, así como a otros grupos vulnerables. Si nos detenemos por ejemplo a leer anuncios de ofertas de empleo, con mucha seguridad encontraremos alguno en el que se especifica de manera clara una preferencia por candidatas/os de origen español, excluyendo de esta forma a la población extranjera.

     

    ¿Crees que la ciudadanía está comprometida con este tema? ¿Más o menos que antes?

     

    Creo que la sociedad, desde un punto de vista general, no ejerce una discriminación intencionada ni voluntaria hacia personas de otra raza o etnia. Factores como el desconocimiento, el temor a lo diferente, los prejuicios o la desinformación favorecen las situaciones de discriminación. Pero también considero que son elementos que pueden surgir como consecuencia de una implicación política insuficiente que debería, desde mi punto de vista, centrar más esfuerzos en la prevención, sensibilización e información de la población.

     

    De hecho, Naciones Unidas reconoce un aumento del populismo nacionalista, con ideologías de supremacía extrema y superioridad racial, produciendo de esta forma más movimientos racistas. En el último informe de la relatora especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia de la ONU de agosto de 2018, explica el uso contemporáneo de la tecnología digital en la propagación de intolerancia neonazi y formas conexas de intolerancia. Señala tendencias y declaraciones recientes de exaltación del nazismo y otras prácticas que contribuyen a fomentar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.

     

    ¿Cómo se puede prevenir la discriminación?

     

    En primer lugar, el derecho a la no discriminación se debe apoyar con instrumentos jurídicos garantistas que ayuden a prevenir este tipo de situaciones. Además, se deben reforzar acciones de información, formación y sensibilización en interculturalidad y ética de la tolerancia. Tanto a la ciudadanía, como al personal de las administraciones públicas.

     

    Por otro lado, es importante que haya un acompañamiento de las políticas públicas que garantice la no discriminación. España ha puesto en marcha diferentes acciones en este sentido: la creación de un Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) en el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la creación de la figura de los fiscales delegados para los delitos de odio y la discriminación dentro del Consejo General del Poder Judicial, la puesta en marcha de un sistema de recogida de incidentes relacionados con los delitos de odio y la discriminación en el Ministerio de Interior o el Servicio de Asistencia a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad.

    ¿Se trabaja desde la FIIAPP este tema? ¿De qué manera?

     

    La FIIAPP trabaja directamente en la lucha contra la discriminación racial a través de un proyecto de cooperación delegada en el Reino de Marruecos llamado “Convivir sin discriminación: un enfoque basado en los derechos humanos y la dimensión de género” financiado por el Fondo Fiduciario de Emergencia para la Estabilidad en África de la Unión Europea. En su gestión participan la FIIAPP y la AECID. Cuenta además con la colaboración de instituciones españolas y marroquíes como el OBERAXE, el Ministerio delegado encargado de los Marroquíes Residentes en el Exterior y de los Asuntos Migratorios y el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos.

     

    ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

     

    El proyecto tiene como objetivo principal reforzar los instrumentos y políticas públicas dirigidos a prevenir y combatir el racismo y la xenofobia hacia la población migrante en el Reino de Marruecos. Busca fortalecer las capacidades de actores institucionales y no estatales clave (sociedad civil, medios de comunicación, sector privado…) en la implementación de iniciativas de prevención del racismo y la xenofobia hacia la población migrante, a través del acompañamiento, el intercambio y la transferencia de conocimientos.

     

    ¿Alguna reflexión sobre el tema que nos haga pensar a todos?

     

    Una de las reflexiones que surgió repetidamente durante el taller organizado por el programa EUROsociAL+ sobre movilidad humana el 19 de marzo fue que todo se ve diferente cuando nos ponemos en la piel de la otra persona.

     

    Me gusta la idea que plantea la ONG Movimiento contra la Intolerancia de que solo existe una sola raza: la raza humana. Si las personas empezamos a vernos como hermanas y hermanos, estoy segura de que no tardaría en llegar el momento en que no tuviéramos razones para seguir celebrando este día.