• 23 mayo 2019

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    Todos los días deberían ser Días de África

    Con motivo de la celebración del Día de África, celebrado el próximo 25 de mayo, hablamos de la situación actual de este continente, cómo va a incidir la Agenda 2030 en él y qué aporta la FIIAPP al continente africano a través de sus proyectos

    Cuando pensamos en África se nos vienen a la cabeza palabras como pobreza, hambre, guerras… Sin embargo, África ha avanzado en muchos aspectos en los últimos años, en parte gracias a la labor que desarrollan en este continente las agencias de cooperación, humanitarias y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
     

    Según el informe de UNICEF ‘Generación 2030’, África es el segundo continente con mayor número de población, con más de 1.000 millones de habitantes. Además, se prevé que nazcan en el continente africano 1.800 millones de niños en los próximos años, una cifra que duplicará su población. 

     

    Sin embargo, según señala UNICEF, la región del África Subsahariana es la segunda con la mayor tasa de mortalidad en menores de 5 años en el mundo. En 2016, de los 2,6 millones de niños que murieron con esta edad, el 38% eran de África Subsahariana. A pesar de estos datos, el descenso anual de la mortalidad infantil en el periodo de 2000 a 2016 fue del 4,6%. 

     

    Esperanza de vida, enfermedades y malnutrición 

     

    Si hablamos de esperanza de vida, a pesar de que la población de África sufrió un retroceso en su esperanza de vida en los años 90 debido a la epidemia del SIDA, el continente es el que más ha avanzado en este sentido en los últimos años. Actualmente, los africanos viven de media 9,4 años más que hace quince años. 

     

    En este contexto, debemos hablar de las enfermedades que más han afectado a África como son el sida y la malaria. Según los últimos datos disponibles en relación al SIDA, a fecha de 2016, unos 17,5 millones de personas contrajeron esta enfermedad. Por otro lado, según datos de la OMS, en 2015 el número de personas afectadas por la malaria fue de 241 millones, de los cuales el 88% tuvieron lugar en el continente africano.  

     

    En relación a la malnutrición crónica (el retraso en la altura respecto a la edad), según datos de UNICEF, ha pasado del 7,1% en 1990 al 4% en 2017. En esta misma línea, la malnutrición aguda (peso menor para la altura), ha pasado del 44% al 24,3%. Este porcentaje se traduce en 58,7 millones de niños en esta situación.  

     

    Educación y pobreza
     

    Por otro lado, si hablamos de la educación en África, UNESCO destaca que hay alrededor de 153 millones de adultos en el continente africano que son analfabetos, siendo de ellos las dos terceras partes mujeres. En cuanto a la educación primaria, según datos de 2016, el 20,8% de los niños de esta edad no iban a clase y en educación secundaria el 57,8%. 

    Si hablamos de pobreza, 40 de los 50 países menos desarrollados se encuentran en África. En el último informe anual publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 2016, los países más pobres eran República Centroafricana, Níger, Chad, Burkina Faso, Burundi, Guinea, Sudán del Sur y Mozambique.  

     

    El Día de África 

     

    El día 25 de mayo de 1963 se fundaba la Organización para la Unidad Africana (OUA) que tenía como fin promover la unidad y la solidaridad entre los estados africanos, acabar con el colonialismo, promover las relaciones internacionales y dar voz al continente. De esta manera, nacía el Día de África. La OUA fue el antecedente a la actual Unión Africana (UA), un organismo creado en 2002 cuyo fin es fomentar la integración económica, política y la cooperación entre sus Estados miembros, inspirándose en la Unión Europea.  

     

    Agenda 2030 y los ODS 

     

    La Agenda 2030 impulsa el desarrollo sostenible en África, en especial si se quiere cumplir con el compromiso de “no dejar a nadie atrás”. Como hemos señalado anteriormente, el continente africano cuenta con los países menos avanzados, África amparaba en 2016 al 60% de la población pobre del mundo, y se considera que este dato seguirá creciendo en los próximos años, a pesar de los avances realizados en el continente.  

     

    La Unión Africana contempla en la llamada Agenda 2063 al continente africano como autosuficiente y sostenible, así como que sea reconocido a escala internacional.  

     

    “Como complemento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, la Agenda 2063 sienta las bases para la resiliencia y el progreso social y económico de todo el continente. Las Naciones Unidas mantienen su firme compromiso de apoyar los esfuerzos de África”, señalaba el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en el Día de África del pasado 2018. En este sentido, Guterres destacaba que “lo que es bueno para África es bueno para el mundo”. 

     

    Presencia de la FIIAPP en África 

     

    La FIIAPP gestiona diversos proyectos en diferentes regiones del continente africano con el fin de mejorar la situación actual de África. Estos proyectos están centrados en seguridad y justicia, administración pública y asuntos sociales; y desarrollo económico y medioambiental. 

     

    Si hablamos de seguridad y justicia debemos destacar los proyectos ‘GAR-SI Sahel’, SEACOP’, la ‘Aplicación del Estado de Derecho en el Cuerno de África y Yemen, SENSEC-UE Senegal’, ‘EUROMED Justicia IV’, ‘UE-ACT’, ‘ARAP Ghana’, la ‘Lucha contra el terrorismo en Oriente medio y norte de África’, ‘ECÍ-Níger’ y ‘A-TIPSOM’. 

     

    El jefe del proyecto A-TIPSOM, Rafael Ríos, señala que este proyecto “complementa la estrategia del gobierno de Nigeria, no solo para que las acciones sean viables y sostenibles sino para que la coordinación y la cooperación entre todos los países sean los pilares estructurales de una participación, a largo plazo, que pueda disminuir el número de mujeres y hombres que sean víctimas de la nueva forma de esclavitud en el siglo XXI”. 

     

    Por otro lado, la FIIAPP cuenta con diferentes proyectos centrados en administración pública y asuntos sociales como son ‘Bridging the Gap’, ‘SOCIEUX+’, ‘Apoyo al sistema de educación superior marroquí’, Modernización de las finanzas públicas en Argelia’, ‘Fortalecimiento institucional del ministerio de comunicación y de sus socios de comunicación y audiovisuales en Marruecos’ y ‘Apoyo a la reforma institucional y al desarrollo de capacidades del instituto superior de la magistratura marroquí y Convivir sin discriminación en Marruecos. 

     

    Por su parte, Lucía Molo, técnica del proyecto ‘Convivir sin discriminación en Marruecos’, destaca que éste “tiene como objetivo principal reforzar los instrumentos y políticas públicas dirigidos a prevenir y combatir el racismo y la xenofobia hacia la población migrante en el Reino de Marruecos a través del acompañamiento, el intercambio y la transferencia de conocimientos”. 

     

    Asimismo, si nos centramos en proyectos enfocados en el desarrollo económico y medioambiental debemos destacar el ‘Fortalecimiento del sistema nacional de investigación e innovación en Túnez’ y la ‘Mejora del transporte de mercancías peligrosas por carretera en Marruecos’. 

     

    La coordinadora de este último proyecto al que hacemos referencia, Francisca Guzmán, destaca que el proyecto “aspira a mejorar la seguridad y a reforzar la estructura y las actividades ligadas al transporte de mercancías peligrosas por carretera en Marruecos y tiene como objetivo fundamental la elaboración de los textos reglamentarios mencionados en la ley 30/05”. 

     

    La FIIAPP ha desarrollado en el continente africano otros proyectos entre los que cabe destacar el ‘Apoyo al programa de desarrollo local a través del Fondo de Apoyo Social de Angola-FAS IV’. Con este proyecto, financiado por la Unión Europea y gestionado por la Fundación, se ha contribuido a la reducción de la pobreza a través de una efectiva descentralización en la prestación de servicios públicos básicos, así como con el aumento de los ingresos y de las oportunidades de negocio.  

  • 14 febrero 2019

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    “La nueva mirada que impulsan los ODS consiste en analizar los problemas desde una perspectiva más integral”

    Miguel Ángel Lombardo, coordinador del proyecto EVALÚA, señala la necesidad de cambiar las agendas internacionales con la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la trascendencia de estos en la sociedad

    En los últimos tiempos se ha producido un cambio en las agendas internacionales de desarrollo y también en las políticas públicas de distintos países hacia planteamientos cada vez más integrales y no tan incrementalistas como se venían viendo antes. Por mencionar un ejemplo, si el cambio climático es un tema global que afecta en diferentes ámbitos sectoriales y en múltiples territorios, ¿tendría sentido realizar esfuerzos en las ciudades para reducir emisiones en almendras centrales o en áreas restringidas? Puede que no tenga un impacto significativo en cuanto a reducción de emisiones, pero sí lo tiene en lo que respecta al cambio de modelo de desarrollo o de relacionamiento con la ciudad. No se trata de sumar esfuerzos ciudad a ciudad -esa suma no termina nunca- y alcanzar unas determinadas metas, sino de renovar el comportamiento de una generación a otra.  

     

    En la agenda internacional esta tendencia se ha marcado en la aceptación por parte de la mayoría de los países de una serie de objetivos que moldean el desarrollo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como si los países estuvieran asumiendo de facto una renovación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que proclamó la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948, justo hace 70 años. Estos objetivos que se trazan ahora en torno a la pobreza, el hambre, la salud, el agua, la industria o el clima, entre otros temas, vienen a poner la mirada en una forma diferente de hacer las cosas. 

     

    Objetivos de Desarrollo Sostenible
    Objetivos de Desarrollo Sostenible

    Un interesante ejemplo de esto lo constituye el trabajo de grupos de mujeres que en los años ochenta tuvieron que refugiarse en las zonas del sur de México huyendo de la guerra en Guatemala, y que posteriormente, en el retorno, lograron impulsar cambios sustanciales en las comunidades donde fueron reasentadas. Se trata de procesos que ocurrieron al margen de los grandes ejes del conflicto social y político que marcaban a las ciudades, los barrios y las áreas rurales, la lucha contrainsurgente o la violencia, pero que fueron capaces de articular un sentido de comunidad que más tarde sería esencial en el momento en que se instaura la democracia. Una vez que las mujeres consiguieron ser copropietarias de la tierra en las comunidades de retorno se produjo un cambio en las relaciones de poder, y si eso se acompaña con organización y liderazgo, como fue el caso, puede llevar a generar nuevos cambios en cuanto a la participación y representación política de las mujeres a nivel nacional. 

     

    La nueva mirada que impulsan los ODS consiste en analizar los problemas desde una perspectiva más integral y promover cambios en las relaciones de poder, no solo porcentajes de avance sobre metas compartimentadas.  A esto debemos añadir lo que ya sabíamos, que tanto la sociedad civil como el ámbito local juegan un papel muy importante en la implementación de las políticas públicas. 

     

    El discurso de ODS, al no ser incrementalista, tiene un potencial muy grande para ir articulando acciones que nacen en ámbitos locales y de la sociedad civil, y no solo para trazar líneas de acción en las cuales el Estado es el único protagonista. Es aquí cuando el impacto de las pequeñas acciones sustentadas localmente puede resultar muy positivo a nivel nacional e incluso global. 

  • 30 enero 2017

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    Posteado en : Reportaje

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    17 compromisos para un futuro sostenible

    Erradicar la pobreza y el hambre en el mundo, acabar con la desigualdad y crear alianzas entre países para el bien común son algunos de los retos planteados para un futuro sostenible.

    En 2015 durante la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas celebrada en Nueva York, 193 países aprobaron la agenda de retos para 2030.  Estos nuevos retos son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Naciones Unidas define el desarrollo sostenible como “el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones”.

     

    Estos objetivos amplían el alcance que se buscaba con los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que se firmaron en 2000, e involucran a más actores comprometidos en la erradicación de la pobreza y la lucha contra el cambio climático.

     

    En esta ocasión se trata de 17 propósitos a cumplir antes de 2030 que van desde la erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, hasta acabar con la desigualdad económica y entre géneros, cuidar el planeta como nuestro único hogar, conservando el medioambiente, la biodiversidad y luchando contra el cambio climático y asegurar el acceso a servicios básicos como la sanidad o la educación. También se ha establecido un objetivo que tiene en cuenta la creación de redes y alianzas entre países para trabajar de manera conjunta por la consecución de los objetivos.

     

    Compromiso de la UE con los ODS

     

    La Unión Europea se ha comprometido a adoptar los objetivos de desarrollo sostenible y aplicarlo en la legislación comunitaria, priorizando sus actividades hacia los tres pilares fundamentales del desarrollo: lo económico, lo social y lo medioambiental.

     

    También ha fijado como uno de los pasos a seguir para el cumplimiento de la agenda 2030 la creación de un espacio de reflexión sobre el desarrollo con una perspectiva a más largo plazo. En este sentido también se busca hacer extensibles las políticas aplicadas en la Unión Europea más allá de las fronteras europeas, apoyando a terceros países en la consolidación de estados pacíficos, estables y resilientes.

     

    El comisario europeo de cooperación y desarrollo, Neven Mimica, expresa de esta manera su compromiso con el cumplimiento de los ODS: “Mi objetivo es lograr un auténtico consenso, bajo la responsabilidad compartida de las instituciones de la UE y de todos los Estados miembros, que nos ayudará a liderar la acción mundial en pos de la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible”

     

    La FIIAPP en la Agenda 2030

     

    La Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), como organismo público que gestiona proyectos de cooperación internacional, trabaja en consonancia con las líneas de actuación de la política exterior europea.

     

    Su trabajo se centra en la modernización de las instituciones públicas de los países en los que trabaja desde diferentes ámbitos. Y es así como tiene relación directa con los ODS:

     

    –  Políticas sociales y derechos: En este ámbito la FIIAPP gestiona proyectos que contribuyen a la promoción y la protección de los servicios sociales básicos como la salud, la educación y el empleo. Aquí encontramos EUROsociAL, un Programa de apoyo a la cohesión social en América Latina a través del intercambio de experiencias entre expertos de las diferentes temáticas como justicia, gobernanza o finanzas públicas. Este proyecto contribuye al cumplimiento de los objetivos 16 de “Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles” y al 17 de “Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”.

     

    –   Economía y finanzas públicas: En este ámbito en la FIIAPP se llevan a cabo proyectos de apoyo a los países en la creación de sistemas fiscales más sólidos que permitan incrementar sus ingresos nacionales y de esta manera fortalecer el gobierno. Con este objetivo trabaja el proyecto de Modernización de las finanzas públicas argelinas.  Estos proyectos contribuyen al cumplimiento de la meta 17.1.  de “apoyo internacional a los países en desarrollo con el fin de mejorar su capacidad nacional para recaudar ingresos fiscales y de otra índole”.

     

    –   Políticas de fomento y comunicación: Éste área se centra en apoyar a los gobiernos de los países en los que se trabaja para la mejora en los sectores de infraestructuras, transporte y construcción. En este sector encontramos el proyecto en el que trabaja la FIIAPP de apoyo al sistema ferroviario en Ucrania, que está en su segunda fase y tienen como objetivo mejorar el sistema del transporte ferroviario de Ucrania y adaptarlo a la normativa y estándares europeos. Este proyecto aporta avances en la meta 2 del objetivo 11, “proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial”.

     

    –  Economía verde: Los proyectos que se gestionan en la FIIAPP enmarcados en este ámbito se rigen, entre otras normativas, por el marco normativo de la UE en materia de clima y energía para 2030. En este sector se ubica el proyecto Euroclima, de apoyo a las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático que preserven el medio ambiente en América Latina.  Este proyecto es coherente con el objetivos 13 de “adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”.

     

    –  Seguridad y lucha contra el crimen organizado: En este aspecto la FIIAPP trabaja en proyectos de lucha contra la inmigración ilegal, la trata de personas y el narcotráfico. Un ejemplo de ello es el proyecto de apoyo a la legislación sobre drogas en Bolivia en el que, expertos españoles de seguridad en temática de drogas, trabajan formando a sus homólogos bolivianos.  El apoyo institucional, en este sentido, ayuda al cumplimiento del objetivo 16 en las metas 4 de “reducir de manera significativa las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de bienes robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada” y 11 de “Fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, con miras a crear capacidad a todos los niveles, en particular en los países en desarrollo, para prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia”.

     

    –  Justicia y transparencia: En este sector, los proyectos que gestiona la FIIAPP, se centra en la lucha contra la corrupción y la promoción de la transparencia. Aquí encontramos el proyecto EUROMED Justicia que tiene como finalidad contribuir al desarrollo de un sistema de justicia eficaz, eficiente y democrática en la zona euro-mediterránea, que proteja y respete los derechos humanos a través de una cooperación regional (cooperación en la que participan varios países de una misma región) en materia de criminalidad y del acceso a la justicia. Este proyecto actúa en coherencia con el objetivo 16 en concreto con la meta número 3 que busca “Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos”.