• 19 enero 2017

    |

    Posteado en : Entrevista

    |
    facebook twitter linkedin

    Expatriados FIIAPP: Vanessa Undiedt

    Vanessa Undiedt nos cuenta sobre su experiencia personal en terreno como enviada especial en Turquía.

    Vanessa Untiedt vive en Ankara, Turquía, desde el 16 de junio de 2016. Es Letrada de la Administrción de Justicia y enviada especial de la FIIAPP a Turquía. Allí trabaja en un proyecto de hermanamiento, financiado por la Unión Europea, de fortalecimiento del sistema de justicia gratuita en en el país.

     

    Previamente a Turquía ha tenido otras oportunidades de trabajo en terreno, en Croacia, Ucrania, Rumanía y Albania, pero esta es su primera experiencia de larga duración.

     

    Desde la FIIAPP queremos conocer cómo está siendo su experiencia en terreno.

     

    Esta es la primera de una serie de entrevistas a expatriados que trabajan para proyectos de la FIIAPP en las que nos cuentan sus experiencias en terreno con un enfoque personal y más humano.

     

    ¿Cómo ha sido la adaptación al país?

    La adaptación ha sido estupenda. He venido con mi marido y mis tres hijos pequeños. Ellos están yendo al colegio alemán. Hemos conocido a mucha gente de distintos países: Italia, Francia, Gran Bretaña, Laos, Japón, España, Suecia, Alemania, Bélgica, Nicaragua… la experiencia está siendo muy enriquecedora.

     

    ¿Qué ha sido lo que más te has costado? ¿Y lo que menos?

    Lo que más me ha costado ha sido la situación política del país, pues cuando apenas llevaba un mes en Ankara, aconteció el golpe de estado, y en esas circunstancias convencer a tu familia que está en España de que la situación es segura y que no vas a dejar el proyecto…no fue fácil.

     

    Lo que menos, el día a día, la ciudad, su ritmo de vida y sus costumbres. Por otro lado, Turquía es una maravilla para viajar, con multitud de lugares para descubrir.

     

    ¿Cómo es tu trabajo y tu día a día?

    El día a día en el trabajo depende mucho de que haya una actividad con expertos o que no.

    Cuando no se está ejecutando una actividad, hay que organizar las próximas, pensar qué puede ser bueno para alcanzar el objetivo planteado en el proyecto, fijar nuevos objetivos, localizar a las personas especializadas que van a venir a trabajar y explicarles detalladamente en qué consiste su tarea.

    Cuando se está ejecutando la actividad, la semana está repleta de reuniones, seminarios, encuentros, talleres, y la actividad es frenética.

     

    ¿En qué materias del proyecto estás más especializada?

    El proyecto es relativo a la justicia gratuita y, como letrada de la Administración de Justicia, estoy especializada en las relaciones entre la justicia gratuita y el juzgado, y entre el juzgado y el solicitante de la justicia gratuita.

     

    ¿Cómo es tu relación con la sede en Madrid? ¿Y con los compañeros en Ankara?

    Con la sede de FIIAPP en Madrid mi relación es estupenda. Tengo una relación diaria con Esther Utrilla, que siempre atiende a mis dudas y está al otro lado para escucharme o ayudarme. Carolina Morales, Eva Aranda y ahora María Gutierrez… La verdad es que es un equipo estupendo.

     

    En Ankara trabajo en el Ministerio de Justicia y tengo dos beneficiarios: el propio ministerio y el colegio de abogados. La relación con ellos no es mala, pero al tener que negociar muchas cosas con ambos, en ocasiones no resulta sencillo.

     

    En mi oficina mi equipo es muy bueno. La asistente del proyecto y la intérprete son muy colaboradoras y nos llevamos muy bien, lo que facilita nuestro día a día. Por otro lado, el país beneficiario también cuenta con una consultora residente, que es una jueza muy trabajadora.  Por último, el colegio de abogados también cuenta con una persona de contacto, con quien trabajo en estrecha colaboración y de forma fluida.

     

    ¿Cómo valoras la experiencia de trabajar como expatriada de la FIIAPP en Turquía?

    Laboralmente hablando es la mejor experiencia que he tenido. En muchas ocasiones es muy estresante, otras veces es desesperante porque te planteas si realmente se van a alcanzar los objetivos fijados, pero luego te das cuenta que vas avanzando y eso te hace sentir completamente satisfecha. Cada pequeño logro es un paso hacia delante que hace que te vayas aproximando al objetivo.

     

    Personalmente mi familia y yo estamos integrados en Ankara. Hemos hecho un grupo de gente bastante grande y conocemos a personas de diferentes países y culturas lo cual es enriquecedor.

     

    ¿Hay algo más que te gustaría resaltar de tu experiencia en el país?

    Sí, quiero contar que al estar en Turquía y teniendo tan de cerca el drama de los refugiados, mi marido y un grupo de voluntarios está colaborando con UNHCR, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados. Se reúnen en una casa y preparan sandwiches para 100 personas, 100 zumos y 100 piezas de frutas y los llevan a uno de los centros que la Agencia tiene en Ankara, donde los refugiados han de esperar durante horas, al objeto de pasar la preceptiva entrevista para obtener la condición legal de refugiado. Se trata de una sala de espera donde familias enteras aguardan su turno. Al ver que había muchos niños y dado que en el proyecto en el que trabajo estamos en contacto con ONGs, un grupo del colegio alemán de Tenerife de la clase de 3 de primaria ha comprado juguetes pequeños que hemos traído para poder entregarlos a los niños junto con el sandwich.

     

    Es una forma maravillosa de unir: España – Turquía/Solidaridad – niños -refugiados. Siempre teniendo el proyecto como punto de conexión ya que nos hemos puesto en contacto a través de las ONGs con las que trabajamos para estudiar la posibilidad de la entrega de los juguetes.

     

    Lo bonito de estos proyectos es que te dan la posibilidad de no estancarte en un punto en concreto y de poder hacer muchas más cosas buenas para el país y sus ciudadanos.

     

    Escucha en nuestro programa Cooperación Pública en el Mundo, en Radio 5 (RNE), más cosas sobre el proyecto en el que trabaja Vanessa en Turquía: