• 14 julio 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    19 vidas

    Honduras cuenta con ocho millones de habitantes. El 95 % se sienten amenazados por la criminalidad que sufre el país. Allí, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, cada día mueren 19 personas víctimas de la violencia y el crimen. Tras años sin obtener frutos en la reducción de esta cifra, el país se ha sumergido en un nuevo intento con el “Programa de Apoyo al Sector Seguridad” (PASS) de la Unión Europea (UE) y en el que participa la FIIAPP.

    Hace diez años, la tasa de homicidios en Honduras era de 30 asesinatos cada cien mil habitantes. De acuerdo a cifras oficiales, actualmente es de 86. Esto supone un aumento de más del 200%. Fomentada en gran parte por el futuro incierto de los jóvenes en un país en el que las dos terceras partes de su población subsisten en condiciones de pobreza, esta violencia y criminalidad no sólo se traduce en homicidios, sino también en otro tipo de delitos como la extorsión. Hasta el momento, las políticas públicas desarrolladas en Honduras para enfrentar este problema no han resultado eficaces y los delitos no han sido perseguidos adecuadamente.

    “La juventud tiene un alto nivel de desempleo y ante esa sensación de que no hay futuro en el país y de que aquí no se puede hacer nada, la vía de escape -resumiendo quizá demasiado- para un chico joven es la migración a Estados Unidos de ilegal o las posibilidades que ofrece la delincuencia: dinero a corto plazo”, explica Francisco de Asís López Sanz, director de equipo de la asistencia técnica que ofrece la FIIAPP al PASS. Con este programa, Honduras confía en que las instituciones nacionales de seguridad se fortalezcan y que se apoye la reforma del sector de seguridad del país.

    Algo necesario teniendo en cuenta que la población se ha decantado por recurrir a sistemas de seguridad privada que los habitantes con menos recursos no se pueden permitir y, en consecuencia, se convierten en los más afectados por la delincuencia. “Hay un alto índice de extorsión que popularmente se achaca a las pandillas callejeras, pero también han corroborado taxistas y pequeños comerciantes que a la policía hay que pagarle la ‘mordida’ correspondiente si se quiere ejercer el negocio cotidianamente”, ilustra el experto de la FIIAPP.

    Para paliar esta problemática, generada desde hace décadas y con diferentes focos de origen, según Francisco de Asís habrá que esperar entre una y dos generaciones. “El Estado tendría que emplearse a fondo con medidas impulsoras de una correcta distribución de la renta”, subraya. “Hay un gran índice de evasión fiscal y lavado de dinero, unos índices educativos muy bajos y también hay un alto índice de violencia política y contra los periodistas, además de un incremento de asesinatos de mujeres”, añade el experto sobre los factores que no ayudan a conseguir la paz social.

    Formación frente al crimen

    En este sentido, la FIIAPP aporta a Honduras a través del PASS expertos que forman a jueces, fiscales y policías con el objetivo de fortalecer los procesos judiciales y la seguridad del país. Esto se traduce en el desarrollo de 15 cursos que se han impartido desde el comienzo del programa (2011) hasta este mes de julio.

    El Fiscal General Adjunto de Honduras, Rigoberto Cuéllar, asegura a la FIIAPP que en el país centroamericano existe una falta de credibilidad en su sector de justicia. “Sólo hay una manera de garantizar ese extremo y es a través de procesos de formación tanto inicial como permanente y sistemática de especialización posterior de cada uno de sus miembros”, indica. Este tipo de formación, basado en gran medida en la práctica, se paralizó en Honduras hace una década.

    Uno de estos cursos ha sido el de “Derecho Penal y Procesal Penal” dirigido a 650 fiscales del Ministerio Público hondureño, 30 jueces y 30 policías, a quienes les ha aportado la necesidad de conservar las pruebas y no adquirirlas a cualquier coste o medio. También cómo un fiscal debe plantear un caso en un juicio oral y cómo defenderlo, entre otros contenidos. “Algo que no se enseña ni en las universidades ni en los libros”, subraya Cuéllar. En lo que refiere a la Fiscalía, este curso ha permitido valorar su situación en el país. “Tomar las enseñanzas aprendidas pueden servir al Fiscal General Adjunto de Honduras para tomar decisiones acerca de cuáles son sus necesidades de personal, sus puntos débiles y la adecuada reasignación de puestos de trabajo”, explica el experto de la FIIAPP Francisco de Asís.

    El PASS, financiado por la UE con nueve millones de euros y con uno procedente de Honduras, es un paso más hacia esa deseada transición generacional que reduzca la violencia. Ahora hay que esperar a que dé sus frutos con el fin de que no se repita ese balance de 19 vidas perdidas por día.

    #

  • 25 junio 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    Apoyo a la policía de Guinea Conakry en materia de violencia de género

    Actualmente, según la Organización Mundial para la Salud (OMS) hay en el mundo 140 millones de mujeres y niñas que han sufrido una mutilación genital. También se calcula que las más vulnerables son las africanas. Unas 92 millones de niñas y mujeres mayores de diez años en África la habrían sufrido. Guinea Conakry es uno de los países africanos donde más se lleva a cabo a pesar de considerarse ilegal desde 1965. Allí, la FIIAPP es uno de los gestores de un proyecto para incrementar la seguridad y su percepción por parte de la población. Elena González, que ha trabajado como formadora en este proyecto, nos acerca a esta realidad.

    Yo no sabía nada sobre el tema de la mutilación genital más allá de lo que podía escuchar en breves noticias en la televisión y ha sido mi corta estancia de un mes en Guinea Conakry la que me ha abierto los ojos a esta dura realidad.

    Fuimos a Guinea, digo fuimos porque iba con un compañero de trabajo, a participar en unas jornadas de sensibilización contra la violencia hacia la mujer. Y está claro que cuando en ciertos países de África se habla de este tipo de violencia, se tiene que hacer una referencia a la mutilación genital femenina.

    Curiosamente, la charla de sensibilización la dio un especialista en la materia y si tengo en cuenta las estadísticas de esta región, de las aproximadamente 20 mujeres que estaban en el curso, por lo menos 19 deberían estar escindidas. Y es que en Guinea Conakry, el segundo país en este fenómeno, el 98% de las mujeres han sufrido algún tipo de alteración en sus órganos genitales.

    Y lo curioso era que entre los alumnos el rechazo hacia este tipo de prácticas parecía notable. Tuvo que ser un chico cristiano el que me diera una pista sobre el motivo de esta aparente incongruencia: “una mujer que no ha sido escindida está expuesta al rechazo de gran parte de la sociedad”. Las tradiciones siguen teniendo mucho peso en esta sociedad.

    Las consecuencias físicas para las mujeres que son víctimas de estas prácticas son increíbles y van desde todo tipo de problemas físicos y dificultades durante el parto, hasta consecuencias psicológicas que las acompañarán el resto de su vida.

    No quise profundizar en el tema con las alumnas para no incomodarlas, pero no pude evitar preguntar a alguna otra mujer fuera del entorno y nuevamente volví a sorprenderme con los resultados. No puedo decir que sean algo significativo, porque sólo hablé con dos chicas, las dos de menos de 30 años, pero ninguna de las ellas estaba escindida. Una en concreto tenía dos hijas y tenía claro que tampoco iba a hacerlas pasar por ese mal trago.

    Al parecer hay una parte de la juventud que empieza a reaccionar frente a este tipo de prácticas y esperemos que sea una actitud generalizada que revierta las estadísticas y permita a este país dejar de encabezar la lista de países que más la practican.

    #

  • 13 junio 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    El desafío de los fenómenos naturales en Colombia

    El Banco Mundial (BM) asegura que en la última década las inundaciones y deslizamientos de tierra en Colombia han afectado a más personas y viviendas que en los 30 años anteriores. El país andino es cada vez más vulnerable a los fenómenos naturales. Un desafío que no pasa desapercibido para el Gobierno colombiano y que ha contado con España para hacerle frente.

    Puerto Inirida (El Guainía, Colombia). FOTO: EUROsociAL

    Uno de los últimos fenómenos naturales que más ha afectado a Colombia es “La Niña” 2010-2011. Su influencia en el comportamiento de los vientos provocó fuertes e intensas precipitaciones que llegaron a superar el 200% de las lluvias habituales. Éstas causaron la destrucción de 8.000 viviendas, daños en más de 400.000 y afectaron a más de tres millones y medio de personas.

    Unos costes que son consecuencia de la vulnerabilidad del país ante fenómenos naturales, cada vez mayor según el Banco Mundial. Esto se debe tanto a la intensidad de estos fenómenos como a los hábitos de la población. “Sigue existiendo una falta de cultura frente a todo lo que tiene que ver con el tiempo y el clima en el país”, indica Christian Euscategui, ingeniero y jefe de la oficina de pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales en Colombia (IDEAM).

    “La población se asienta en zonas vulnerables y críticas en términos de ocurrencia de eventos hidrometeorológicos. Mucha población se establece en las rondas de los ríos, zonas que históricamente han sufrido inundaciones. Y esto tiene que ver con los desastres que vivimos durante “La Niña” 2010-2011”, continúa. En el caso de Colombia, esos asentamientos tienen que ver con movimientos migratorios y también, apunta Euscategui, con los desplazamientos ocasionados por el conflicto armado interno. Las causas-consecuencias no terminan aquí. “Este comportamiento de la población genera una presión frente al medio que da lugar a que cambien los patrones climáticos y las circulaciones atmosféricas normales a nivel mundial”, añade el ingeniero.

    Inversión en predicción

    Aún hoy, el país se está recuperando de este episodio que marcó un antes y un después en su Sistema de Alerta Temprana (SAT) de fenómenos de origen hidrometeorológico. Las consecuencias de “La Niña” 2010-2011 hicieron que el Gobierno colombiano idease un plan de recuperación en el que también incluyó el rediseño de este SAT. Un rediseño que ha llevado a cabo, por medio de la gestión de la FIIAPP, el IDEAM y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España.

    Antes de comenzar a desarrollar este proyecto, el pronóstico de las variantes meteorológicas en Colombia, a pesar de contar con el IDEAM, era complicado dada su ubicación entre los océanos Atlántico y Pacífico, su orografía y el escaso número de estaciones hidrometeorológicas. “De igual forma, sus medios tecnológicos no cumplían con la creciente necesidad de difusión de la información y tampoco integraban los datos de los radares existentes. Tampoco se cubría la totalidad del país. Esto daba lugar a que fuera necesario un rediseño del sistema de alerta temprana”, explica Euscategui, también supervisor técnico delegado de este proyecto.

    El objetivo de este proyecto ha sido rediseñar el SAT, potenciar las más de doscientas estaciones existentes y adquirir otras doscientas automáticas e implantar un sistema nacional de radares. “Los radares en cuestiones meteorológicas son sistemas que tienen una predicción inmediata con un adelanto de hasta seis horas. Como el IDEAM es también un servicio hidrológico, las mejoras van a ser bastante mayores porque las predicciones de avenidas (elevación de un curso de agua) e inundaciones se pueden prever con dos o tres días de antelación, dependiendo del tipo de cuenca”, señala el coordinador técnico español del proyecto y miembro de la AEMET, Jesús María Patán.

    En cuestión tecnológica, los radares han sido el mayor avance, inexistentes hasta el momento para la predicción hidrometeorológica. Además, las estaciones automáticas controlarán qué cantidad de agua cae en todo momento y la intensidad de las precipitaciones “También ha sido muy importante la organización y coordinación de las nuevas instalaciones y la formación que se ha dado al personal”, añade.

    Este proyecto llevó a cabo sus últimas actividades a primeros de junio después de seis meses de trabajo. Ahora Colombia tendrá que continuar el proceso iniciado. “Aunque se instalen radares y estaciones, si no tienes el personal y la organización bien estructurada, al final no valen para nada. Tiene que apostar por un desarrollo del IDEAM. Les queda un largo e interesante camino por delante. Tanto para el Gobierno como para la sociedad”, indica Patán para añadir: “Habrá menos destrucciones y muertes y con la mejora de la predicción, crecerá la riqueza del país gracias al turismo y la agricultura entre otras muchas cosas”. Comienza el momento para demostrarlo.

    #

  • 05 junio 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    5 de Junio: Día Mundial del Medio Ambiente

    Anna Pons, Técnico de proyectos del Departamento de Desarrollo Económico y Medio Ambiente de la FIIAPP, nos habla en este artículo de los retos de futuro para lograr un desarrollo sostenible con motivo de la celebración hoy 5 de junio del Día Mundial del Medio Ambiente.

    En un día como hoy, hace exactamente 42 años, tenía lugar en la ciudad de Estocolmo la primera conferencia organizada por Naciones Unidas dedicada exclusivamente al medio ambiente. En esta pionera “Cumbre de la Tierra” se iniciaba la agenda ambiental internacional y por primera vez, más allá de resaltar el valor de la naturaleza, se lanzaba un aviso frente a la acción del hombre: “Por ignorancia o indiferencia, podemos causar daños inmensos e irreparables al medio terráqueo del que dependen nuestra vida y nuestro bienestar”. Es también aquí donde se crea el Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) y se establece la fecha del 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente para sensibilizar a la población mundial e incentivar la acción política en todas las escalas.

    Desde 1972 a día de hoy, esta agenda ambiental se ha ido ampliando adquiriendo un mayor impulso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992 donde se aprobaron tres de los convenios ambientales más importantes: el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convenio Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Convenio para la Lucha contra la Desertificación. También aquí Naciones Unidas adopta formalmente el principio del desarrollo sostenible entendiéndolo como: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. Esta definición dejaba claras dos cuestiones: la existencia de un vínculo directo entre medio ambiente y desarrollo y la vulnerabilidad de los países en desarrollo frente a la gestión de los recursos naturales.

    Es a partir de esta cumbre, cuando realmente crece la preocupación social y política por las amenazas ambientales y poco a poco se van incorporando de manera transversal en las agendas públicas sectoriales de los organismos internacionales. Así, el medio ambiente se va interrelacionando con la salud, la seguridad, la industria, el transporte, la energía, las migraciones, etc.

    Sin embargo, a pesar de los avances en las agendas políticas, de las cumbres y del nuevo objetivo orientado a un “desarrollo sostenible”, durante este periodo de tiempo, la población mundial ha crecido de forma exponencial -actualmente en 7.2 mil millones de personas- a la vez que ha tenido lugar un intenso desarrollo económico de los países más avanzados. La combinación de estos dos factores supuso, y sigue suponiendo, una fuerte presión en los recursos naturales donde se constata a nivel científico que los límites del planeta están siendo superados. Consumimos más de lo que la Tierra puede reponer de forma natural y  producimos más residuos de los que puede depurar.

    Esto ha dado lugar a diferentes desequilibrios ambientales con enormes repercusiones, siendo el cambio climático -cuyos efectos son ya visibles- de los más importantes. Sin embargo, otros desequilibrios como la sobreexplotación de los recursos hídricos, la  acidificación del océano, la contaminación química, la deforestación o la pérdida de biodiversidad son también enormes desafíos globales. Es más, debido al ritmo al que están desapareciendo las especies en el planeta, se considera que estamos ante la sexta gran extinción de biodiversidad en la historia de la Tierra.

    Los países en desarrollo son los más afectados por las problemáticas ambientales. Por un lado dependen de los recursos naturales para su subsistencia, bien directa o indirectamente, y por otro, disponen de menos recursos financieros y técnicos para hacer frente a las dificultades. Por tanto, cuando en el 2012 tiene lugar una nueva Cumbre de la Tierra denominada “Rio +20, la declaración final titulada “El Futuro que Queremosdeja tremendamente claro que “los avances han sido insuficientes”, que se deben tomar medidas urgentemente y que estos desafíos sólo pueden abordarse mediante la acción global coordinada a escala nacional, regional y local, siendo imprescindible la implicación de todos los actores sociales: administraciones, sector privado, sociedad civil, científicos, académicos, etc. El llamamiento a la acción se dirige tanto a países en desarrollo como desarrollados pero manteniendo el principio de “responsabilidades compartidas pero diferenciadas.

    El debate internacional sobre la nueva Agenda para el Desarrollo post 2015 tiene como base la declaración de Río+20, en cuyo inicio se afirma que “la erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo en la  actualidad y una condición indispensable del desarrollo sostenible”. Por ello, para la elaboración de la misma, los Objetivos del Milenio están siendo mejorados y reconvertidos en 10 Objetivos para un Desarrollo Sostenible. Estos serían el modelo al cual todos los países deberían dirigir sus esfuerzos a partir de 2015. En este nuevo marco, y partiendo del respeto a los Derechos Humanos, se recogen cuatro dimensiones fundamentales: (i) un desarrollo social inclusivo, (ii) un desarrollo económico inclusivo, (iii) la sostenibilidad ambiental y (iv) buena gobernabilidad (paz y seguridad).

    La cooperación internacional y la FIIAPP como actor destacado tienen por tanto un papel clave en este nuevo engranaje y en el apoyo a los países en desarrollo para hacer frente a los desafíos ambientales y acompañarles hacia un desarrollo más sostenible. No obstante, los países más avanzados, además de facilitar e impulsar la transferencia de tecnologías eficientes y el intercambio de conocimientos y buenas prácticas, deben también convertirse en referentes modificando los patrones de consumo y de producción hacia modelos más sostenibles.

    Por último, y siendo hoy el día del medio ambiente, no querría cerrar este texto sin hacer un llamamiento  a cada uno de nosotros como habitantes del planeta. La gran mayoría de nuestras acciones tienen un impacto en el medio ambiente: nuestros hábitos de consumo, el transporte que utilizamos, qué alimentos compramos o cómo educamos a nuestros hijos, son sólo algunos ejemplos. Todo repercute de una forma u otra en los recursos naturales y por tanto, ningún esfuerzo sobra.

    “Nuestros problemas los ha creado el hombre y, por consiguiente, el hombre los puede resolver.
    Y el ser humano puede ser tan grande como desee. Ningún problema del destino humano está fuera del alcance del ser humano. La razón y el espíritu del hombre a menudo han solucionado lo que parecía no tener solución. Y estamos convencidos de que pueden volver a hacerlo.”  
    John F. Kennedy

    #

  • 29 mayo 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    2015, Año Europeo del Desarrollo

    El coordinador del Programa de Seguimiento de las Políticas Españolas de Cooperación de la Fundación FIIAPP, Javier Sota, analiza en este artículo los objetivos y perspectivas que se ha marcado la UE al designar el 2015 como Año Europeo del Desarrollo.

    El pasado 14 de abril, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Luxemburgo, aprobaron la declaración de 2015 como Año Europeo del Desarrollo. La UE proporciona ayuda a la cooperación al desarrollo desde 1957, a través de una política que ha ido progresivamente ampliándose hasta llegar a estar presente en más de 130 países en desarrollo.

    En la actualidad, la UE, junto con sus Estados miembros, constituye el mayor donante de Ayuda Oficial, con un volumen de 56.500 millones de euros en 2013, más de la mitad del total mundial. Además, también la UE es el primer donante de ayuda humanitaria y sólo en 2011 atendió a más de 150 millones de personas en 80 países.

    No es casual la elección de la fecha. 2015 será un año emblemático y crucial al menos por dos buenas razones. La primera, porque se trata del último año para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados conjuntamente por 189 Estados en septiembre del año 2000, ofreciendo una buena oportunidad para hacer balance de los compromisos internacionales logrados. La segunda, porque 2015 será el año en que deba tomarse una importante decisión internacional sobre la nueva Agenda de Desarrollo post-2015, que sustituirá a la de los ODM, y que será el marco de referencia para los próximos decenios.

    Incrementar el apoyo a la cooperación al desarrollo resulta absolutamente vital en un mundo que está cambiando rápidamente. La encuesta especial del Eurobarómetro de octubre de 2012, puso de manifiesto el fuerte respaldo de los ciudadanos de la UE (85%) a las ayudas a las poblaciones de los países socios. A pesar de la situación económica, más de seis de cada diez europeos consideran que deberían aumentarse estas ayudas.

    Sin embargo, al mismo tiempo, también la encuesta señala que los ciudadanos europeos carecen a menudo de información sobre la cooperación al desarrollo, sobre los motivos por los que es necesaria y sobre el valor añadido de la política de desarrollo de la UE. Por ejemplo, el Eurobarómetro reveló que el 53% de los encuestados manifestaba su total ignorancia en cuanto al destino de la ayuda de la UE. En general, los ciudadanos no son muy conscientes de la eficacia y los efectos positivos de la ayuda, que deben explicarse en términos menos técnicos y mucho más orientados a resultados e impacto sobre las poblaciones donde tienen lugar las intervenciones.

    La Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) es uno de los actores más importantes con los que cuenta la Cooperación Española para participar en la Política de Desarrollo de la UE, en un ámbito tan relevante y necesario como la mejora del marco institucional de nuestros países socios. Desde su nacimiento en 1997, la FIIAPP ha gestionado más de 1.100 proyectos, con un presupuesto de unos 600 millones de euros, que en su gran mayoría han tenido financiación de la Comisión Europea (en 2012, cerca del 80% de su presupuesto provenía de fondos europeos).

    Para desarrollar su trabajo, la FIIAPP gestiona el Programa Twinning (más de 280 proyectos de hermanamientos con las Administraciones de 30 países del Este de Europa y del Mediterráneo), Proyectos de Asistencia Técnica Pública (ATP) en los que se movilizan anualmente más de 1.000 expertos y funcionarios públicos de la Administración española y europea, y, recientemente, operaciones de Cooperación Delegada.

    Como Programas regionales de especial relevancia en los que está trabajando la FIIAPP, cabe destacar algunos tan importantes como EUROsociAL, en el que se pretende promover un diálogo euro-latinoamericano de políticas públicas en torno a la cohesión social; URB-AL, programa de cooperación descentralizada dirigido a gobiernos regionales y locales de la UE y de América Latina; y COPOLAD, destinado a mejorar la coherencia, el equilibrio y el impacto de las políticas sobre drogas en América Latina y el Caribe.

    #

  • 07 mayo 2014

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    Avance de Túnez en sus políticas de apoyo a la discapacidad

    El Director General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ignacio Tremiño; analiza el proyecto ‘Apoyo a la integración socio-económica de las personas con discapacidad’, liderado por la FIIAPP en Túnez, del que ha sido director por parte de España.The Director-General of Disability Support Policies of the Ministry of Health, Social Services and Equality, Ignacio Tremiño, analyzes the ‘Support for socio-economic integration of persons with disabilities’ project led by the FIIAPP in Tunisia, of which he was the director on the Spanish side.

    En enero de 2012, nada más incorporarme a mi puesto como Director General de Políticas de Apoyo a las Personas con Discapacidad, me encontré con el inicio al mismo tiempo de este proyecto en Túnez. Desde ese mismo momento, me pareció una oportunidad de crecimiento y expansión tanto para los profesionales de la Dirección General como para mí mismo. Poder situar las políticas de discapacidad en el marco de la primera de las revoluciones de la primavera árabe era un gran desafío.

    A lo largo de estos casi 28 meses, España ha aportado la experiencia de más de 30 años en el desarrollo de un sistema de apoyo a la discapacidad que hace que tengamos una de las tasas más altas de Europa de inclusión escolar de niños con discapacidad; un modelo de inserción laboral que, incluso en una época tan dura como la actual crisis, no solo ha mantenido el empleo de este colectivo sino que incluso ha aumentado…; y sobre todo el dinamismo y capacidad de organización de una sociedad civil que, a través del CERMI y de Fundación ONCE,  han hecho de la discapacidad uno de los sectores asociativos más importantes, influyentes y de estrecha colaboración con la Administración y las instituciones del Estado en general.

    Así es que creo que este proyecto ha permitido expandir la influencia de la marca España en el ámbito social, algo que también dice mucho de nosotros como país y como sociedad solidaria y comprometida.

    En mi opinión, este proyecto ha permitido a Túnez avanzar por una senda iniciada hace tiempo, pero esta vez basada en un enfoque de derechos de las personas con discapacidad, y por primera vez orientada a la planificación estratégica y la coordinación.

    Es necesario recordar que Túnez lleva haciendo Políticas de Discapacidad desde hace mucho tiempo; de hecho, tiene una ley de atención a la discapacidad de los 80, como nuestra antigua LISMI. Además, Túnez fue uno de los primeros países en ratificar la Convención de NNUU de Derechos de las Personas con Discapacidad, y voluntariamente fue el primero en pasar por el examen del Comité de seguimiento de este tratado internacional. Por otro lado, Túnez cuenta con una red asistencial bastante amplia y, desde luego, excepcional en términos de su región geográfica.

    Creo que, en primer lugar, este proyecto le ha permitido a Túnez avanzar en un enfoque basado en los derechos y la autonomía de las personas con discapacidad. En segundo lugar, le ha posibilitado dar un paso adelante en su sistema de apoyo a la discapacidad y empezar a trabajar la cuestión de la calidad, la planificación y las prioridades. Un ejemplo de estas dos dimensiones lo podemos encontrar en los proyectos piloto que se han hecho en escuelas y centros de educación especial, promoviendo una verdadera escuela inclusiva y ofreciendo posibilidades de concretar la igualdad de oportunidades a los niños y niñas con discapacidad.

    Por último, creo que este proyecto ha llegado en un momento excelente a Túnez, justo tras su Revolución y la instauración de un régimen democrático, ya que en este contexto ha sido posible promover en un marco de libertad la colaboración entre el Estado y la sociedad civil, entre la administración y las asociaciones, así como entre el Estado y las empresas. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en las actividades de inserción laboral que hemos hecho y que han promovido varios convenios entre el servicio de empleo tunecino (ANETI) y varias empresas.

    Este proyecto, además de colaborar con las reformas de políticas sobre la discapacidad que está realizando Túnez, ha tenido también impacto directo en los ciudadanos, algo que se ha cuidado mucho para ganar tanto en visibilidad como en adhesión e implicación sobre el terreno. Por lo que además de los proyectos piloto comentados en la provincia de La Manouba, que nos ha permitido trabajar con 10 centros educativos, se ha hecho un trabajo de campo con asociaciones, empresas y personas con discapacidad que ha permitido garantizar empleo a varias decenas de personas con discapacidad en el sector privado en seis diferentes regiones, lo que, junto al desarrollo de las dos primeras convocatorias de empleo público para personas con discapacidad, ha cambiado la situación y las perspectivas laborales de las personas con discapacidad en Túnez.

    Sin duda, queda mucho por hacer, pero este proyecto ha sido un  paso más en un camino que para todos los países constituye un gran desafío y en el que todos tenemos mucho que aportar y aprender.

    #