• 27 marzo 2014

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    Categoría : Entrevista

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    «La cooperación engancha porque haces algo útil»

    La FIIAPP moviliza cada año a más de mil funcionarios y otros profesionales para transmitir el modelo de la administración pública española a las instituciones de los países donde desarrolla proyectos de cooperación. Actualmente, trece de estos expertos viven en los lugares donde se desarrollan los proyectos durante el tiempo de ejecución. Son los consejeros residentes. Hablamos con uno de ellos, Pablo Ródenas.The FIIAPP mobilizes more than one thousand civil servants and other professionals each year to transmit the Spanish public administration model to the countries where it develops cooperation projects. Currently, thirteen of these experts are living in the places where the projects are being developed during the execution period. They are the resident advisors. We spoke with one of them, Pablo Ródenas.

    “Qué valiente. Irte con toda la familia…”, le dice una de sus compañeras al despedirse. Son sus últimos días en la sede de la FIIAPP en Madrid. Próximo destino: Ucrania. Apenas hace unos meses regresó de Turquía. La cooperación en terreno tiene “enganchado” a Pablo Ródenas. Comenzó a trabajar como técnico de proyectos en la FIIAPP en 2007. Cuatro años más tarde, lo destinaron a Turquía como consejero residente de la Fundación para coordinar de 2011 a 2013 un proyecto de fortalecimiento del transporte intermodal turco. Lo que se llama twinning o hermanamiento, un tipo de proyecto de los que gestiona la FIIAPP para el traspaso de conocimientos de las instituciones públicas españolas a sus homólogas en los países donde trabaja. El saber hacer y sus ganas de cambio abrieron a Pablo las puertas a esta experiencia.

    “El trabajo de un experto es coordinar y organizar los proyectos. Hay que adaptarse a la cultura y tratar de transmitir las mejores prácticas, no imponerlas. La gente colabora cuando se tiene en cuenta su opinión y está a gusto. Ahí se ven los buenos resultados”, cuenta.  Los consejeros residentes no forman al personal local. De eso se encargan los expertos que viajan de forma periódica al país. Admite sincero que él lo lleva bien. Por eso lo destinan ahora a Ucrania otros dos años para gestionar un proyecto de Propiedad Intelectual e Industrial. Se marcha el 31 de marzo con su esposa y dos hijos, una niña de 3 años y un niño de 7 meses. “Cada hijo nos vino con un proyecto bajo el brazo”, bromea.

    ¿Qué tiene la cooperación que te hizo estar dos años en Turquía y ahora te lleva a Ucrania?
    De la cooperación engancha el saber que estás haciendo algo útil. Estás ayudando a que un proyecto obtenga sus resultados. Y lo haces desde el terreno, sin barreras, adaptándote a las necesidades del momento y del proyecto.

    ¿Por qué era necesario fortalecer el sistema de transporte intermodal en Turquía?
    Este sistema busca conseguir modos de transporte de mercancías, ya sea vía carretera, ferrocarril, marítimo o fluvial, más eficientes, económicos y ecológicos. Que Turquía lo quiera fortalecer es muy bueno porque ayudará al desarrollo de sus relaciones comerciales con Europa y a descongestionar sus carreteras. Estambul, por ejemplo, es puente entre dos continentes y sufre un tráfico pesado que no nos podemos imaginar.

    ¿Cómo fue trabajar con instituciones y profesionales turcos?
    A nivel personal fue muy enriquecedor. La gente es encantadora y hospitalaria. Siempre intentan hacerte la vida más fácil. En lo administrativo fue más complicado porque es un sistema muy burocrático y lento.

    Ahora trabajarás en Ucrania en propiedad intelectual e industrial, ¿cuál es el objetivo del proyecto?
    Tiene carácter legislativo y formativo. Ver qué leyes necesitan y cuáles tienen para mejorarlas; cómo los profesionales dedicados a este ámbito han de adaptarse a los estándares internacionales de la Unión Europea y cómo perseguir las infracciones.

    ¿La cooperación institucional tiene futuro?
    Mucho. Ahora mismo el twinning es un claro ejemplo de que la cooperación institucional funciona muy bien y es muy barata. Además, la colaboración que se establece entre los dos países, al no estar vinculada a un interés económico, va más allá del contrato. Y el lenguaje que se habla entre instituciones es el mismo.

    Además de instituciones y profesionales, ¿hay otros beneficiarios de esta cooperación?
    La población del país beneficiario. Por ejemplo, si Turquía mejora su sistema de transporte, lo hace más eficiente y limpio. Entonces, al ser más eficiente será más barato y repercutirá en el precio de los productos que se importen o exporten y también en el coste medioambiental: si se quitan más camiones de la carretera, menos contaminación.

    ¿Qué dice tu familia de cambiar una vez más de vida?
    Los niños son geniales para estas cosas. El pequeño apenas se entera y la mayor se adapta enseguida. Y mi mujer es una santa, aunque instigadora también. Ha podido cogerse una excedencia y sabe que me llena mucho hacer el trabajo de cooperación en terreno.

    Las opiniones vertidas en este blog son exclusiva responsabilidad de la persona que las emite.

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