• 14 octubre 2014

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    Categoría : Entrevista

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    «No se puede hablar de desarrollo y democracia sin contar con las mujeres»

    Entrevista a Nava San Miguel, experta en género del convenio FIIAPP-Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SGCID).Interview with Nava San Miguel, gender expert for the FIIAPP-Secretariat General of International Development Cooperation (SGCID)agreement.

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    El año que viene se verá cuántas metas de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se habrán alcanzado tras 15 años de trabajo. Una iniciativa que tendrá segunda parte: la Agenda post2015 con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).

    El backstage de esta segunda parte ya está en funcionamiento y en lo que respecta a tema de género, según Nava San Miguel, ya hay un amplio consenso para avanzar en un logro doble: que exista un objetivo sobre esta materia en la propuesta de ODS para construir la Agenda Post 2015 y que el resto de objetivos de la lista tengan enfoque de género.

    España ha aportado su granito de arena para que así fuese. Hacemos un repaso con Nava San Miguel sobre la trayectoria de la Cooperación Española  en esta materia y su compromiso internacional que, principalmente, reside en la doble estrategia de  transversalización de género y acciones específicas para el empoderamiento de las mujeres, propuesta ya por la Plataforma de Beijing en 1995 y que justo el año que viene se celebra su vigésimo aniversario.

    ¿Qué tipo de cooperación hace España en esta materia?
    La Cooperación Española incluye la igualdad de género como una seña de identidad de su política de desarrollo y así queda reflejado en sus últimos tres planes directores. En lo multilateral, España ha llegado a ser el primer donante de Naciones Unidas para los temas de género y de organismos multilaterales como ONU Mujeres en los primeros años de su creación (2010) y ha apoyado muchos proyectos de género de otros organismos no específicos, por ejemplo, de educación de UNICEF o de fondos regionales como por ejemplo  para la CEPAL,  apoyando  el observatorio de género en América Latina. En África también se han apoyado proyectos para el NEPAD y la Unión Africana con temas de género. También en lo bilateral, se han apoyado muchas subvenciones y convenios con enfoque de género o específicos de género para las ONGD… y estamos intentando que haya un proceso de transversalización en todo lo que se hace en el sistema de cooperación.

    ¿Qué significa esa transversalización?
    Que el tema de género se integre en todo lo que hace la cooperación española. Desde la definición de políticas hasta la planificación, la gestión y la evaluación. Se viene trabajando en diferentes metodologías y procesos como los Marcos de Asociación con los países y ahora mismo se está desarrollando por ejemplo en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) un manual de transversalización. Llevamos trabajando en ello desde el II Plan Director, y se intenta consolidar en el actual IV Plan Director 2013-2016. .

    ¿Y son parámetros para seguir en cada uno de los países con los que cooperamos?
    Sí, es necesario que el enfoque de género se integre en todo los instrumentos de la cooperación española.  Para definir las prioridades con los países socios se elaboraron unas pautas para la integración de género en la definición de los Marcos de Asociación País (MAP), que se están aplicando en estos momentos.
    Dentro del Consejo de Cooperación hay un Grupo de género que se encarga de velar por que todo lo que cualquier documento de la política de desarrollo que pasa por el consejo vaya teniendo más perspectiva de género integrada.

    ¿Cuáles son los países socios de España?
    Se han reducido mucho. Estábamos en 50 países y ahora con los recortes, el nuevo plan director y una política de concentración geográfica van a quedar en 23. Se están cerrando muchas Oficinas Técnicas de Cooperación. Sobre todo estamos en América Latina, norte de África, algunos países de África subsahariana y en Asia todavía hay proyectos de cooperación en Vietnam y Filipinas.

    ¿Qué línea se espera que siga en esta materia la Agenda post2015?
    Lo más importante es haber logrado que haya un consenso internacional para que exista un objetivo específico en materia de género. En las negociaciones este tema siempre es muy complicado. En este caso, desde el principio y para sorpresa de todo el mundo que trabajamos en los temas de género y desarrollo, casi nadie cuestiona que la igualdad de género y que el empoderamiento de las mujeres es fundamental para el desarrollo de cualquier país.  Pero el proceso todavía está abierto hasta septiembre de 2015.

    Pero ya lo había en los ODM… ¿qué diferencia hay en los ODS?
    En los ODM primero costó mucho que lo hubiera. La conceptualización no estaba tan bien definida  porque se hablaba más de igualdad entre hombres y mujeres y hablar de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres es mucho más correcto; y después, no estaba transversalizado el enfoque de género en todos los demás objetivos. Incluso en algunos de ellos, como en los temas de salud sexual y reproductiva, no estaba incluida la salud sexual . Fue una meta que se consiguió años después y tras la crítica de las organizaciones feministas y de mujeres de todo el mundo. En este momento el debate está abierto, pero en la propuesta de objetivos está la de integrar una meta de Derechos sexuales y reproductivos como parte del objetivo de cobertura universal a la salud.

    En estos 15 años de trabajo, dentro del objetivo de mujer en los ODM, ¿de qué estáis más satisfechos?
    Se ha avanzado en establecer mecanismos de igualdad. Pueden ser más o menos débiles, pero se ha avanzado mucho en que se asuma como una política pública y en definir marcos normativos en casi todos los países que han firmado los grandes acuerdos y que ratifiquen la normativa internacional. En educación también se ha avanzado en reducir la brecha de desigualdad en la educación para las niñas. Sin embargo, teniendo cartas de navegación como El Cairo-Beijing, la desigualdad de las mujeres sigue siendo universal, y la defensa de los derechos sexuales y reproductivos sigue siendo un problema y el caballo de batalla de los temas de género. En temas de violencia contra las mujeres, creo que hay mucha más consciencia del problema, aunque las cifras siguen siendo espeluznantes, y sigue siendo la punta del iceberg de una realidad mucho más dura para las mujeres. Se ha hecho sensibilización en el mundo y se ha logrado poner más en el centro de las discusiones y se cuenta con más información y programas, o por donde avanzar en la reducción de la violencia Queda mucho por hacer en tema de género, y no se puede hablar de desarrollo y democracia sin contar con las mujeres y construir democracias de género.

    ¿Y cómo se enfrenta este panorama con los recortes?
    Lo que hemos intentado es que se consolide como prioridad en la política de desarrollo, aprender y recopilar todo el aprendizaje de la cooperación española en esta materia y después hacer una propuesta de un mínimo incremento progresivo para los temas de género en el Plan Estratégico de Igualdad de oportunidades para que la seña de cooperación española en este sentido no se pierda. Además España está defendiendo esta prioridad en el contexto internacional, y especialmente en el proceso de construcción de la Agenda Post2015.

    ¿Y dónde centra entonces España sus esfuerzos?
    Todavía sigue el reto en institucionalidad y en apoyo a proyectos para la igualdad real y para una transversalidad en el resto de los sectores.

    Con la situación que describes, ¿cuál es el papel de la FIIAPP para potenciar el tema de género?
    Creo que es clave. Con la capacidad que tiene esta fundación para gestionar proyectos de la Unión Europea, podría aportar mucho contando con transversalizar el tema de género en sus proyectos y conseguir proyectos específicos de género, avalado por el bagaje y reconocimiento que tiene España en género y desarrollo en el trabajo que se ha hecho desde SGCID, y con el aprendizaje desde AECID y de la Cooperación Española en su conjunto. Creo que puede tener un papel fundamental y de amplio alcance. El tema de género tiene que estar en todas partes.

    Las opiniones vertidas en este blog son exclusiva responsabilidad de la persona que las emite.

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