• 20 septiembre 2018

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    Posteado en : Entrevista

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    “EUROCLIMA+ trabaja en un entorno innovador, intersectorial y de múltiples partes interesadas”

    Alexandra Cortés, experta en Comunicación y Visibilidad de EUROCLIMA+, nos cuenta las claves del programa contra el cambio climático en América Latina

    ¿Qué es EUROCLIMA+? 

     

    EUROCLIMA+ es un programa financiado por la Unión Europea que ofrece una amplia gama de servicios especializados orientados a apoyar la implementación de los compromisos del Acuerdo de París en el ámbito de la gobernanza climática, así como la financiación y la asistencia técnica para la ejecución de proyectos con los países latinoamericanos.

    La implementación de estos proyectos se realiza mediante el trabajo sinérgico de agencias de cooperación de países miembros de la Unión Europea, junto con dos agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

     

     ¿Cuáles son los objetivos del programa? 

     

    El programa busca promover el desarrollo ambientalmente sostenible en 18 países de América Latina, en particular, para el beneficio de las poblaciones más vulnerables. Además, apoya a los países en la implementación de los compromisos establecidos mediante el Acuerdo de París sobre cambio climático. 

     

    ¿Qué hace cada una de las agencias que gestionan el programa?

     

    El espectro de temas cubiertos por EUROCLIMA+ incluye las principales áreas de desarrollo que forman parte de la agenda del cambio climático. Estos temas son impulsados gracias a la vasta experiencia de las agencias implementadoras del programa, seleccionadas sobre la base de su experiencia en el campo del cambio climático, el medio ambiente y el desarrollo sostenible en América Latina.

     

    Una o varias agencias se ocupan de cada uno de los componentes del programa. Así pues, la FIIAPP trabaja la Gobernanza Climática con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ONU Ambiente y la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ). La agencia alemana se ocupa también del componente de Bosques, biodiversidad y ecosistemas, eficiencia energética, junto a Expertise France, de Producción resiliente de alimentos, también con la institución francesa, y de Movilidad urbana, con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Esta última trabaja además con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en los componentes de Eficiencia energética, Gestión del agua desde una perspectiva urbana y Gestión del riesgo de desastres. 

     

    ¿Qué aporta el trabajo conjunto de todas estas instituciones? 

     

    El trabajo conjunto de las diferentes agencias implementadoras aporta una amplia y complementaria experiencia en materia de cambio climático y desarrollo sostenible. Asimismo, promueve el intercambio entre Europa y América Latina, acortado distancias y promoviendo sinergias. 
     

    ¿Y el trabajo de la FIIAPP en concreto? 

     

    La FIIAPP lidera la implementación del componente de Gobernanza Climática, acompañando a los países en el diseño, actualización o implementación de políticas climáticas. Esto contribuirá a que los países de América Latina lleguen a 2020 con una legislación actualizada y planes adaptados a sus realidades.  

     

    Concretamente, la Fundación facilita el diálogo de políticas climáticas y presta apoyo técnico y financiero para el desarrollo y la puesta en marcha de políticas, planes, medidas y herramientas de adaptación y mitigación al cambio climático en América Latina. Trabaja mediante apoyo directo a los distintos gobiernos de los países, con acciones orientadas a sus demandas estratégicas y directas diseñadas conjuntamente con las instituciones latinoamericanas en el marco del programa EUROCLIMA+. 

     

    De acuerdo con los temas de mayor interés en la región y teniendo en cuenta el contexto y los principales retos para enfrentar el cambio climático, las líneas de acción del componente son serían la implementación de las NDCs, servicios climáticos, financiamiento climático, Educación, comunicación y participación, y género. 

     

    Las herramientas clave, al servicio de los 18 países latinoamericanos participantes, son la colaboración entre instituciones, la búsqueda de sinergias, el aprendizaje conjunto y el intercambio de información y de mejores prácticas. Para ello, el componente horizontal pone a disposición la experiencia tanto europea como latinoamericana en la materia. Además, fortalece las capacidades del personal de las Administración Pública, así como de otras personas involucradas, incluyendo a la sociedad civil.  
     

    ¿Cuáles son los retos de EUROCLIMA+? 

     

    EUROCLIMA+ trabaja en un entorno innovador, intersectorial y de múltiples partes interesadas. Las iniciativas se identifican y planifican a través de mecanismos participativos. Fomenta el diálogo y el intercambio regional, asegurando que los países de América Latina compartan las mejores prácticas y lecciones aprendidas.  

     

    El programa brinda servicios a los gobiernos de América Latina en función de sus necesidades, buscando promover el diálogo político, la gestión del conocimiento, el desarrollo de capacidades, la educación y la conciencia sobre el cambio climático. EUROCLIMA+ es impulsado por la demanda. Reúne experiencias de Europa y América Latina, así como la experiencia de los organismos especializados de las Naciones Unidas, apoya la cooperación Sur-Sur y los procesos de aprendizaje conjunto. 

     

    Ante este escenario, uno de los principales retos del Programa es justamente el trabajo sinérgico con 18 países de América Latina, región en la cual se comparten muchas fortalezas y necesidades, pero que al mismo tiempo presentan sendas diferencias, marcadas por su historia, cultura, política e interacción entre las mismas naciones. 

  • 13 septiembre 2018

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    Municipios dinámicos en Angola

    Núria Garriga reflexiona sobre lo conseguido y lo aprendido a través del proyecto de apoyo al desarrollo local en Angola

    El Fondo de Apoyo Social (FAS), institución angoleña con la que ha trabajado la FIIAPP en el proyecto de apoyo al desarrollo local, empezó hace casi 24 años a trabajar en la construcción de infraestructuras sociales y, por lo tanto, en el acceso a los servicios públicos en las comunidades más vulnerables o rurales de Angola. 

     

    A partir de ahí, el proyecto financiado por la Unión Europea ha trabajado en tres componentes principales: la construcción de infraestructuras, el fomento de la economía local y el refuerzo de capacidades de las instituciones locales. Ahora se tiene además una visión más articulada de todas ellas, una depende de la otra y no se puede trabajar por libre, un mensaje que al final ha cuajado. 

     

    De estos, el componente clave en torno al cual gira todo es este último, el de refuerzo de las administraciones municipales. ¿Qué hemos hecho? Hemos contribuido al aumento del número de municipios a los que el FAS ya había llegado, hasta alcanzar un total de 36. En 30 de ellos se empezaba de cero, con un proceso que comenzaba por un diagnóstico municipal, diferentes estudios, a los que le sigue una planificación. 

     

    Hasta ese momento, los diagnósticos del municipio eran fotos fijas: el municipio tiene tantas cosas, el estado del sector de salud está así, etc. Otra de las cosas que yo creo que se ha potenciado con nuestro apoyo es que hemos mejorado la idea, que ya tenían, de crear un “perfil dinámico”, es decir, las cosas cambian de un día para otro.  

     

    El logro final, en este refuerzo de capacidades municipales, ha consistido en la implantación de una plataforma web base, un sistema de información básica municipal que permite que cualquier persona tenga acceso desde cualquier punto del planeta. Y que, desde cualquier Ministerio, se pueda acceder a esa información actualizada del sector salud o el sector de asistencia social del municipio, para tomar decisiones al respecto. 

     

    Un diagnóstico para crear oportunidades 

     

    El fomento de la economía local perseguía, a través de estos diagnósticos municipales, identificar aquellos productos o sectores con mayor potencial en el municipio. A partir de ahí, se han hecho estudios de cadenas de valor de estos productos para identificar qué oportunidades de inversión existían para que la economía del municipio se desenvolviera. Normalmente, eran los productos que tienen más mano de obra o que reportan más visitas, existían varios criterios para determinar esto. 

     

    Otra cosa que encaja dentro de este componente y que no estaba prevista, sino que ha surgido de la reflexión y de la influencia del Banco Mundial con sus programas de protección social, es que se ha trabajado la inclusión productiva que, en última instancia, pretende aumentar las rentas de las familias pobres. 

     

    Se pretendía que aquellas personas excluidas del mercado y del sector económico productivo, y que tienen una actividad de subsistencia, tuvieran la oportunidad de desarrollar una actividad económica o de mejorar la que desarrollaban. Se empezó en diez municipios, identificando quienes eran población vulnerable y posibles beneficiarios, y se seleccionaron 1.400 personas. 

     

    A los que no tenían actividad económica, se les ofrecía formación para después presentar un plan de aplicación práctica. A continuación, recibían un kit con el que empezar a trabajar. Para los que tenían su actividad ya en marcha, se hizo una formación en gestión de negocios, para aprender a controlar costes y beneficios y definir las lagunas que tenían en su actividad económica. Con ello, se hacía un plan de mejora del negocio y también se les proporcionaba un kit. 

     

    Del total de los 1400 seleccionados, unos 1200 han recibido el kit, ya que algunos no terminaron su formación o no hicieron el proyecto de aplicación que se exigía. Este incluía el material que necesitaban para poner en marcha la actividad. Pueden ser un equipamiento físico, como una máquina de coser o un generador, o incluso unas señoras que hacen harina (reciben grano, lo transforman, lo entregan y se quedan con la cáscara que venden para el ganado) pidieron baldes, pero también grano para tener más fondo, para seguir trabajando. 

     

    Una de las cosas importantes de esta parte del proyecto es que hay mucha diversidad porque hay muchas actividades diferentes, y se ha ajustado a la necesidad de cada una. 

     

    Actualmente, se está haciendo un monitoreo de cómo ha cambiado la vida de estas personas y cuál es el grado de satisfacción. Un compañero ha estado visitando a varios de estos beneficiarios y ha podido ver si ese kit ha sido utilizado o no. Había un riesgo, y es que cuando te entregan un kit con todo nuevo, lo primero que puedes hacer es ir a venderlo.  

     

    Con el cuestionario y la visita in situ, se hace una primera evaluación. Como se trataba de una fase piloto, ha habido bastantes lecciones aprendidas: desde que la formación no debería ser obligatoria, sino un elemento más del kit, o que algunas personas se colaban, aparecía gente no seleccionada.  

     

    Lecciones aprendidas en Angola 

     

    Un estudio de lecciones aprendidas puede servir mucho a otros proyectos de cooperación: cómo se constituye el equipo, cómo se establece en terreno, cómo se ejecuta, cómo se hace el monitoreo, la rendición de cuentas, etc. 

     

    En algunos casos, también necesitamos poder beber de otros proyectos gestionados por la FIIAPP; es interesante saber cómo se han desarrollado y si tenemos puntos en común con ellos.  Esta me parece una lección aprendida para la Fundación: se podría pensar en una estrategia de gestión del conocimiento. 

     

    Núria Garriga, experta en fortalecimiento institucional del proyecto

  • 30 agosto 2018

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    Una reflexión periodística conjunta en La Paz

    Juan Antonio Aunión, periodista de El País, nos explica su experiencia en el taller de crónica periodística que impartió en Bolivia dentro del proyecto contra el narcotráfico y la trata y tráfico de personas

    Pocos trabajos tienen un ritmo tan endiablado como el de periodista. Las urgencias del día a día raramente dejan huecos para la reflexión sobre la labor propia, para pensar despacio en las cosas en las que fallamos, también en las que salen bien, pero, sobre todo, en qué podemos hacer para mejorar. Por eso aprecio tanto mi trabajo como profesor en la Escuela de Periodismo UAM-El País, porque me obliga a reflexionar sobre todo ello. Y también por eso acepté, sin pensarlo dos veces, la invitación de la FIIAPP para impartir en La Paz (Bolivia), en coordinación con la Secretaría de Coordinación del CONALTID, y con la financiación de la Unión Europea y la AECID, el Taller internacional de crónica periodística sobre prevención en el consumo de drogas y la trata y tráfico de personas, unos temas tan importantes y tan serios que merecen todavía mayor cuidado y autocrítica a la hora de abordarlos desde los medios de comunicación. 

     

    En ese contexto, lo más lógico para mí era plantear desde el principio, de cinco días, una reflexión conjunta con los participantes, una veintena de profesionales de la prensa, la radio y la televisión bolivianas.  Precisamente, la heterogeneidad del grupo (no solo porque venían de medios distintos, sino también porque había algunos muy jóvenes, recién llegados al oficio, junto a curtidos periodistas con décadas de experiencia a sus espaldas) acabó aportando una enorme riqueza al taller. Pero también fue la primera dificultad, solventada, en todo caso, por el formato elegido: presentaciones breves, aliñadas con muchos ejemplos de textos de referencia, un trabajo sobre el que poner inmediatamente en práctica todas las ideas y las técnicas que se iban exponiendo, y mucha interacción, mucho diálogo 

     

    Esa tarea práctica consistía en escribir una crónica/reportaje en torno al consumo de drogas o la trata y el tráfico de personas, el cual nos sirvió para repasar todo el proceso periodístico, desde la elección del tema, su desarrollo, la documentación, el trabajo de campo, hasta la redacción y edición (en este caso, la corrección).  En ese camino pudimos profundizar en las técnicas de ficción que nos pueden servir para presentar nuestro trabajo de una forma más profunda y atractiva, sin perder nunca de vista las ideas fuerza de cualquier texto periodístico: la honestidad, el rigor, la comprobación de cada dato o la presentación del contexto necesario para entender realidades complejas. Y todo ello, buscando el inexcusable equilibrio entre la distancia profesional y la sensibilidad que requiere tratar temas sociales, en general, y de drogas y trata, en particular.  

     

    grupo-cronica-web
    Participantes del taller de crónica periodística

     

    Muchos de los problemas a los que los alumnos se fueron enfrentando en el camino son los mismos que nos podemos encontrar los profesionales españoles en nuestro día a día: cómo abordar a los personajes, cómo plantear la historia y hacerla atractiva, qué parte de la información obtenida con enorme esfuerzo debemos dejar fuera para que el resultado final sea mejor, etc.  Sin embargo, otros tenían que ver con particularidades bolivianas, con unas condiciones de trabajo y un entorno culturar propios; por ejemplo, el burocrático procedimiento escrito necesario para solicitar casi cualquier dato oficial. Las respuestas que todos juntos hemos dado a estos problemas, en el vértice de su experiencia y la mía, han resultado la parte más interesante del curso, al menos para mí, y creo que además tiene mucho que ver con la filosofía de trabajo de la FIIAPP en todos los países en los que está presente.    

     

    Por lo demás, mi objetivo en este curso era ofrecer una serie de herramientas a los alumnos para poder contar de una manera un poco más atractiva, un poco más cercana, tanto las historias grandes, esos grandes despliegues por los que puede apostar un medio, como las historias pequeñas de todos los días, esas que hay que hacer a toda velocidad, pero que también merecen, aparte del irrenunciable rigor, todo el cuidado y el cariño que seamos capaces de darles. Sobre todo, cuando se abordan temas tan sensibles como los que tienen que ver con el consumo de drogas y la trata y tráfico de personas.  

     

    Juan Antonio Aunión, redactor especializado en temas sociales y educativos de El País 

  • 05 julio 2018

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    Expatriados FIIAPP: José Maté

    “En Kirguistán solo vivimos siete españoles”

     

    En esta entrevista, José Maté nos cuenta cómo es su vida en Kirguistán. El inspector jefe de la Policía Nacional, actualmente coordinador del proyecto UE-ACT en la zona de Asia central, atesora previa experiencia internacional, puesto que cuenta con sendas estancias en Guinea Bissau y en Timor.

     

    ¿Cómo ha sido tu adaptación al país?

     

    Mucho mejor de lo esperado. Antes de embarcarme en el proyecto busqué información en internet sobre el país, sus gentes, cultura, gastronomía… y además de ser poco lo que hallé, no se correspondía con lo que luego fue la realidad.

     

    Sin duda, Asia Central en general y Kirguistán en concreto son grandes desconocidos para los europeos, ya que no son lugares turísticos ni comerciales. Una muestra de ello es que tan solo somos siete los españoles que aquí vivimos. Sin embargo, es un país muy interesante, prácticamente virgen, en donde más del 90% del territorio son montañas, algunas superiores a los siete mil metros, y con unas personas de mente abierta a los extranjeros y a los cambios que estos puedan introducir.

     

    ¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos?

     

    Lo que más me ha costado es el clima, ya que viniendo de Canarias y sitios tropicales donde he vivido, nos hemos encontrado días de invierno con temperaturas de -27ºC.

     

    Lo que menos me ha costado ha sido los cambios en las comidas, en Kirguistán tienen una variedad completamente distinta a la europea, con platos riquísimos y económicos. De hecho, ya he engordado, pero con el frío que hace no puedo hacer deporte hasta el verano.

     

    ¿Es tu primera experiencia fuera de España?

     

    No. Estuve en países como Timor o Guinea Bissau, ambos más pobres y con una idiosincrasia más compleja. En ese sentido puedo decir que mi calidad de vida ha ido a mejor.

     

    ¿Cómo es tu trabajo y tu día a día?

     

    Es un trabajo interesante pero difícil de realizar. Primero debo entablar relaciones con un montón de beneficiarios del proyecto pertenecientes a distintos Ministerios como son los de Salud, Justicia e Interior. Cada uno de ellos te exige diferentes requisitos formales para cooperar, por lo que la burocracia a veces resulta agotadora. Luego, debes diseñar un plan de trabajo que dé respuesta a sus demandas, pero a la vez que sea válido y realista con sus necesidades y con nuestras posibilidades.

     

    Tras esto, debes sacar adelante las actividades propuestas y acordadas, cosa que también entraña su dificultad, ya que en este país solo se habla ruso y todos los expertos que colaboran en nuestras actividades deben ser europeos. Además, debo monitorizarlos resultados y hacer un seguimiento de sus actividades. Como os podréis imaginar, me faltan horas en el reloj para poder hacer todo.

     

    ¿Cómo es tu relación con la sede de Madrid? ¿Y con tus compañeros en Kirguistán?

     

    La relación con Madrid es diaria, son mil cosas las que hay que coordinar y materializar y sin este entendimiento y apoyo sería imposible realizar este proyecto. La mayor parte tiene lugar por email, que no deja de ser un tanto impersonal y ceremonioso , pero por las diferencias horarias es lo más útil.

     

    Con mis compañeros de aquí, la relación es lo más sencilla y fácil del mundo, ya que solo tengo una compañera, Zhibek, que trabaja en la mesa de enfrente. Aun así, hay veces que nos comunicamos por email, sobre todo cuando queremos decirnos algo urgente y el otro está hablando por teléfono.

     

    ¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP en Kirguistán?

     

    Es una experiencia positiva ya que me brinda la oportunidad de conocer esta parte del mundo de la que no sabía nada. Es especialmente interesante para mi hija, que está aprendiendo el ruso en su nuevo colegio y además convive con personas de otras culturas, religiones, costumbres o maneras de pensar; no es lo mismo que te lo cuenten a vivirlo.

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  • 21 junio 2018

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    “Nuevas políticas contribuyen a mejorar la vida de las mujeres”

    Teresa Salvador-Llivina es la directora del programa COPOLAD desde su primera fase en 2011. Actualmente se está ejecutando la segunda fase del programa sobre políticas de drogas, que centra su conferencia anual en el enfoque de género

    ¿Cómo valoras la cooperación en políticas sobre drogas en el marco de trabajo del programa COPOLAD?

    La amplia cobertura del programa, en los 33 países de la CELAC,  ha abierto un número significativo de oportunidades de cooperación entre la región de Europa y América Latina, cubriendo todas las políticas relacionadas con el tema de drogas. COPOLAD es el primer programa de cooperación europeo que lo hace. Mientras que los anteriores tenían un enfoque sectorial, principalmente en la reducción de la oferta de drogas, COPOLAD se basa en todos los aspectos que recogen la Estrategia sobre Drogas 2013-2020 de la Unión Europea y el Plan de Acción 2017-2020.
    Es decir, tenemos la oportunidad de apoyar el desarrollo de políticas equilibradas, basadas en la evidencia. Podemos ofrecer apoyo práctico orientado a conceptos que han surgido recientemente en los países CELAC. En este programa se trata realmente de una política orientada a la salud pública y además, podemos difundir resultados muy positivos.
    En todas estas tareas, contamos con contribuciones claves de agencias multilaterales, como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA), el Secretariado Ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control del abuso de Drogas (CICAD-OAS) y la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) así como redes biregionales de ONGs (RIOD y IDPC).

    COPOLAD promueve la inclusión del enfoque de género en las políticas sobre drogas, ¿Cómo ves ese progreso y cuáles son los principales retos?

    Desde su primera fase, COPOLAD ha sido un programa comprometido con la inclusión del enfoque de género. De hecho, ya dedicamos la conferencia anual de 2013 -celebrada en Quito, Ecuador- al enfoque de género. Esa conferencia fue una primera oportunidad para revisar cuál era la situación de aspectos clave en este campo. Como uno de los resultados de la conferencia, se publicó en 2014 un informe de la situación en los países participantes.
    Desde entonces se han hecho algunos avances en el reconocimiento teórico de la necesidad de incorporar este enfoque en todas las áreas de la política de drogas. COPOLAD está ahora evaluando ese progreso a través de un nuevo informe.

    La tercera conferencia anual de COPOLAD está también dedicada a las mujeres y las políticas sobre drogas, ¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan las instituciones implicadas?

    En primer lugar, las instituciones responsables de elaborar estas políticas deben garantizar que las medidas se basen en la evidencia. Es necesario apoyar diferentes tipos de investigación, tanto cuantitativa como cualitativa, para guiar intervenciones efectivas, sensibles a las necesidades y prioridades de las mujeres.
    En segundo lugar, se requiere una planificación adecuada para garantizar que los cambios se implementen sobre el terreno. En paralelo, las instituciones tienen que ofrecer oportunidades de formación para asegurar el desarrollo de las medidas incluidas en estrategias nacionales y planes de acción. Entre ellas, la prevención con perspectiva de género, programas de reducción de daños, medidas de inclusión social o reformas en el área de justicia respecto a los delitos relacionados con drogas cometidos por mujeres
    Por último, los cambios en las políticas deben ir acompañados de asignaciones presupuestarias apropiadas para la implementación de ciertas medidas y servicios.

    ¿Cómo la perspectiva de género y el empoderamiento de las mujeres pueden mejorar  la efectividad de las políticas de drogas? ¿Qué necesidades deben abordarse?

     

    Los problemas relacionados con las drogas a los que se enfrentan las mujeres son complejos y afectan a diferentes grupos sociales. No solo las que se encuentran en situaciones vulnerables, sino mujeres de todas las edades y condiciones. Esta complejidad requiere un enfoque integral, y ninguna política será completa, equilibrada, holística y efectiva si no toman en consideración los factores de riesgo que afectan a mujeres y hombres de forma diferente,

    ¿Cuáles crees que son las mejores prácticas sobre enfoque de género en Europa, América Latina y en general?

    En esta conferencia, se han presentado algunos ejemplos prometedores de la UE y los países de América Latina y el Caribe. Algunos de ellos incluyen la evaluación de beneficios derivados de cambios en políticas públicas, programas desarrollados o nuevos servicios.
    Me gustaría destacar el lento pero relevante progreso realizado en los últimos cinco años. En esta conferencia, algunos datos positivos sobre cómo las nuevas políticas están contribuyendo a mejorar la vida de las mujeres son alentadores. Además del aumento de programas e iniciativas sectoriales emprendidas por los países e instituciones multilaterales presentes.

    ¿Cómo ves el papel de la sociedad civil para facilitar la percepción de la necesidad de un enfoque de género en las políticas de drogas?

    Para COPOLAD, de acuerdo al Plan de Acción 2017-2018 de la UE, es necesario asegurar un diálogo constante entre las redes regionales e internacionales que trabajan en el campo de las drogas, involucrando a la Sociedad civil en la implementación y evaluación de los planes de acción así como en los diálogos birregionales y programas de cooperación como COPOLAD.
    Por ello, contamos con una red birregional (RIOD) y otra internacional con organizaciones no gubernamentales, tales como agencias colaboradoras. A través de ellas, intentamos apoyar el aumento de la participación de la sociedad civil en cada país participante

    ¿Cuál debe ser el enfoque de futuras iniciativas respecto a los problemas de género?

    La disponibilidad de datos necesarios para diferenciar las especificidades de los problemas relacionados con las drogas entre mujeres y hombres sigue siendo limitada, así como la evidencia de la eficacia de las respuestas emprendidas. En este contexto, la consideración de la perspectiva de género y el empoderamiento de las mujeres como un elemento clave de las políticas de drogas sigue siendo un desafío que se debe enfrentar en la práctica y de forma transversal.
    Por lo tanto, la investigación, la evaluación del progreso, la asignación de los recursos necesarios, los programas de formación y los cambios en las políticas para garantizar el respeto a los derechos de las mujeres mejorarán sus condiciones sociales, familiares, personales y de salud. Esto requiere una aproximación multisectorial capaz de abordar los principales desafíos, asegurando una coordinación entre agencias en la que el sector público y las iniciativas no gubernamentales – dirigidas por la sociedad civil – aseguren la implementación de estrategias y programas enfocados en la equidad, así como la provisión de servicios adaptados a las necesidades individuales de cada niña y mujer en nuestros países.

  • 08 febrero 2018

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    Expatriados FIIAPP: Manuel Marión

    “Kiev tiene mucho para ver, muchos atractivos. Es la gran desconocida de Europa”

    Conocemos Kiev (Ucrania) con Manuel Marión, subdirector del proyecto UE-ACT desplazado a la ciudad. Nos cuenta algunas anécdotas y su trabajo en el marco del proyecto financiado por la Comisión Europea y gestionado por la FIIAPP para mejorar la cooperación contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.

     

     

    ¿Cómo ha sido tu adaptación al país? 

    Es fácil adaptarse a Kiev, una gran ciudad donde puedes encontrar de todo. Frente a mi casa encuentro jamón del bueno – y no es lo caro que podría uno imaginarse teniendo en cuenta que es un lujo importado – aceite de oliva y naranjas de España.

     

    Kiev tiene mucho para ver, muchos atractivos: ballet, teatro… es la gran desconocida de Europa. Y merecería la pena que se invirtiera en remozar algunos edificios antiguos con el mismo estilo que tienen las casas del centro de Viena, donde pasé viviendo diez años.

     

    Para mí es una ventaja hablar ruso, me puedo entender más o menos con la gente. Pues a pesar de la situación política y el fomento del uso del ucraniano, todos hablan ruso. La gente es cariñosa, aunque les cuesta mucho abrirse. La mayoría de los vecinos no te dicen ni buenos días cuando coincides en el ascensor, a menos que los conozcas de algo. Es la cultura de la desconfianza, deben pensar que los demás son espías o agentes del gobierno que quieren saber de su vida privada.

     

    ¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos? 

    No ha sido el frío lo que más me ha costado. Tal vez entender la lógica que emplean para numerar los edificios y los portales. En una ocasión llevé a mi perro al veterinario y no encontraba la entrada porque estaba camuflada, hasta que vi un cartel pequeño que decía en ruso: “¡Sí, esto es la puerta!”.

     

    ¿Es tu primera experiencia fuera de España? 

    Llevo muchos años viviendo en diferentes países: El Salvador, Guatemala, Viena, Ucrania… con alternancias en España y períodos más cortos en los Balcanes. La primera experiencia exterior es la que te marca de manera significativa. La pobreza – a veces más miseria que pobreza – que había en El Salvador me impactó. Viví en una zona muy rural. Me asombraba ver a tantos niños y niñas andando a la lejana escuela por las mañanas, con unas camisas de un blanco inmaculado.

     

    En Guatemala estuve viviendo en la capital y allí lo que me preocupaba era la seguridad de mi familia. Había muchos secuestros, mucha gente “ultimada” como decían en las noticias cuando asesinaban a alguien.

     

    ¿Cómo es tu trabajo día a día? 

    Viajo mucho fuera de Ucrania, tanto a Asia Central, como a África o Europa. Alrededor de la mitad del mes lo paso fuera. Acudo a reuniones que se organizan en torno al problema de la droga, las que organizamos nosotros, en representación del proyecto… principalmente en cinco países: Kyrgyzstan, Georgia, Ucrania, Pakistán y Tanzania.

     

    En Kiev tenemos una oficina donde trabajo con otros dos expertos. Preparo informes, leo los que hacen nuestros expertos, apoyo sus actividades… Hablo todos los días gracias a Skype, WhatsApp o Viber con varios expertos y contrapartes que se encuentran en otros países y por supuesto con FIIAPP en Madrid. El correo electrónico es mi principal herramienta de trabajo y comunicación.

     

    Recientemente he pasado dos semanas en Tanzania, coordinando un equipo de expertos de varios países para evaluar su capacidad de investigar el creciente tráfico de drogas – principalmente heroína – que llega por mar desde Afganistán para luego venir a Europa, así como ver la política que aplican respecto al consumo de droga y los tratamientos a drogodependientes. Por cierto, allí hay una ONG española dedicándose a su rehabilitación.

     

    ¿Cómo es tu relación con la sede de Madrid? ¿Y con tus compañeros en Ucrania? 

    Cordial, sin problemas. Principalmente con María, la coordinadora de programa, que es con la que casi a diario me tengo que “pelear” – en connivencia – para superar juntos los requisitos burocráticos.

     

    Cada país tiene sus costumbres, y la verdad es que en Ucrania cuando pides una factura formal todos salen corriendo. No hay manera. Y a ver cómo le digo yo a María que necesito urgentemente proveerme de unos servicios o materiales pero que no me darán factura…

     

    En el equipo están Marta, Iván, David, y Mónica. Todos muy majos y eficientes tratando de ayudar. Tengo que mencionar también a Ana, y especialmente a Sara, una gran ayuda del departamento de personal. Con ambas trabajé hace más de diez años en otros proyectos de la FIIAPP. Tampoco me olvido de Charo, del departamento de comunicación de la FIIAPP.

     

    ¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP en Ucrania? 

    Es una oportunidad única. Debido a mis frecuentes viajes no paso mucho tiempo en Kiev, y me gustaría para poder conocer más su cultura, sus bonitos rincones, museos, teatros y sus alrededores. Kiev me permite practicar ruso, que llevaba estudiando diez años. Con el proyecto viajo a muchos países de habla rusa y siento una gran satisfacción al poderme comunicar en su idioma. Ucrania es un país que formó parte de la Unión Soviética y tienen todavía mucha influencia de aquellos tiempos, son culturas que hay que vivir para conocer bien.

     

    ¿Alguna experiencia o anécdota que resaltar de tu llegada al país? 

    Me llamó mucho la atención cuando llegué ver a abuelos y abuelas trabajando. La gente mayor, los retirados, tienen unas pensiones ridículas y no les da para vivir. Tienen que seguir trabajando como sea, hasta que no pueden más por su edad: venden frutas, vegetales… con tal de volver a casa con unas pocas grivnas de ganancia.

     

    En las estaciones de metro hay al final de las escaleras unas abuelas “vigilando” que todo vaya bien. Las porteras suelen ser abuelas, de 70 o más años.  Y no veas tú como cumplen su cometido… Las porteras de mi edificio – se turnan cuatro y están día y noche – me sometieron a un interrogatorio para ver quién era.

     

    También me llamó la atención que la gente es por regla general muy reservada y aparentemente triste. Aunque – puede ser contradictorio – les gusta como a nosotros la juerga y hay mucha vida nocturna, claro que no hasta tan tarde como en Madrid. Yo soy “salsero”, me gusta mucho bailar salsa, y hay pocas ciudades donde haya tantos locales con música caribeña y gente para bailar.