45 000 000 000 (45 mil millones) de euros para América Latina. Los anunció este martes en Bruselas la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en la cumbre UE-CELAC. El encuentro llega tras ocho años como una de las apuestas de la Presidencia Española de la Unión Europea.

Los fondos irán destinados a financiar infraestructuras digitales, de clima y energía, transporte, salud, educación e investigación. Prioridades que forman parte de la iniciativa Global Gateway, la estrategia europea de conexiones sostenibles y fiables destinada a mejorar la vida de las personas y el planeta. Es la apuesta de la Unión Europea para posicionarse en el mundo.

La FIIAPP y la Cooperación Española formamos parte de este esfuerzo y damos la bienvenida a su rúbrica económica. Desde la FIIAPP lo acompañaremos con proyectos concretos como Euroclima  y Amazonía+ (sobre políticas de transición verde), AL-INVEST (sobre comercio y exportaciones agrícolas sostenibles) o la Alianza Digital (con un componente específico sobre gobernanza de datos), entre otros. Lo haremos como sabemos hacer las cosas en nuestra organización: movilizando el talento público de las instituciones de los Estados miembros de la Unión Europea, estableciendo diálogos horizontales entre administraciones homólogas y escuchando y adaptando la ejecución de los proyectos a las demandas específicas de cada país. Estos elementos son esenciales para una cooperación a la europea, indisociable de la promoción de valores como la democracia, el Estado de derecho, la cohesión social y el multilateralismo.

La cifra es importante, y el aro estrellado será ahora más visible en numerosos rincones de la región, desde los Andes al Amazonas y desde el Caribe hasta la Patagonia. Pero los 11 dígitos prometidos cobrarán sentido (e impacto) solo si se cumplen tres condiciones:

1) que estas inversiones perduren en el tiempo, 2) que alcancen a un número masivo de personas, sin dejar a nadie atrás y 3) que se orienten a la obtención de resultados de desarrollo concretos como el acceso a servicios básicos como la justicia, la educación o la salud, el crecimiento económico sostenible, la protección del medio ambiente o reducción de la desigualdad, tan importantes en el tramo final de la Agenda 2030. Y esto no lo puede hacer el cemento o el coltán. Aquí entran en juego las instituciones y los sistemas públicos, para dotar a las estructuras (el hardware) del software necesario para funcionar:  normas, leyes y políticas públicas que orienten adecuadamente las inversiones, que las hagan accesibles para todas las personas, que prevean su sostenibilidad y que garanticen su encaje en las prioridades de desarrollo de nuestros países socios.

Desde la FIIAPP estamos preparados para acompañar esta apuesta renovada por el espacio euro-latinoamericano y del nuevo enfoque con América Latina, uno de los socios naturales y preferentes de la Unión Europea. Más allá de relaciones comerciales y de inversión nos unen sólidos lazos basados en nuestros valores compartidos. Llevamos 25 años conectando instituciones de las dos regiones. Desde aquí todo nuestro equipo seguirá trabajando para que, más allá de las cifras, la de Europa y América Latina sea una alianza basada en valores, orientada al abordaje de retos compartidos con una hoja de ruta en forma de agenda de desarrollo común.

Especialistas de nuestros proyectos de cooperación europea valoran, desde su experiencia, la importancia de la cooperación técnica pública: 

«Desde el programa de cooperación europea AL-INVEST Verde, cooperamos con las instituciones públicas latinoamericanas para promover políticas públicas que faciliten la adaptación de sus sectores agroexportadores a los estándares de sostenibilidad de la Unión Europea. Es fundamental que trabajemos de la mano para construir un marco regulatorio sólido y consistente, que fomente la adopción de prácticas sostenibles en toda la cadena productiva. Más allá de la inversión económica, la colaboración entre especialistas europeos y de América Latina genera un enfoque integral que garantiza el empleo de las mejores prácticas para el desarrollo sostenible». 

Emilio Calvo. Director de AL-INVEST Verde

«Proteger datos es proteger derechos. En un mundo globalizado, es necesario que todos los países ofrezcamos las mismas garantías a la hora de proteger los datos de toda la ciudadanía. Las políticas públicas comunes evitan la fragmentación en el uso de los datos, donde los derechos de las personas son más vulnerables. Las grandes multinacionales negocian país por país buscando donde más les favorezca la legislación, por ello, si hay políticas públicas y marcos comunes legislativos todos los estados y regiones podemos hablar desde la misma posición con las mayores empresas tecnológicas. Los derechos y libertades de las personas están más protegidos cuando las políticas de la región están alineadas entre sí, y si además están en línea con la UE, podremos dar respuestas más globales a problemáticas globales. Para conseguirlo, además de financiar la cooperación, esta debe dotarse de manos expertas que puedan trabajar desde sistemas públicos conectados en todo el mundo».

Rosario Heras. Experta en Gobernanza de Datos del programa de apoyo a la Alianza Digital UE-ALC 

«La transición energética debe ser el vehículo para reducir las brechas sociales y económicas garantizando que los beneficios sean compartidos de manera equitativa. Esto implica tomar en consideración a los grupos más vulnerables como jóvenes, comunidades indígenas o mujeres facilitando su participación integral en la toma de decisiones. Por lo tanto, es tan vital la Estrategia Global Gateway de la UE, ya que incluye tres pilares fundamentales para ello: la investigación, la educación y la acción para el empoderamiento climático».

Elsa Velasco. Coordinadora del programa europeo Euroclima en la FIIAPP. 

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