• 08 marzo 2022

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    Posteado en : Opinión

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    Vis à Vis. “In FIIAPP we call it igualdad”

    Sonia y Peggy trabajan en el área de Administración Pública y Asuntos Sociales (APAS) de la FIIAPP. Parte de su trabajo consiste en promover políticas específicas de igualdad en el mundo. Además se esfuerzan por integrar la mirada de género en cada una de las normas, leyes y políticas sociales que impulsan. Hace unos días, en el espacio de café en la oficina, reflexionaban sobre el concepto de IGUALDAD, en su dimensión externa pero también interna, haciendo autocrítica y señalando los retos pendientes en la organización.

    Somos dos profesionales que nos dedicamos a la cooperación internacional y somos bimadres. No siempre en este orden. En realidad, casi siempre al revés. Ambas trabajamos en la FIIAPP, y entre nuestras funciones está la de impulsar acciones que promuevan una mayor igualdad entre mujeres y hombres. Estamos trabajando para que la adopción del enfoque de género en nuestra institución no sea meramente retórica y pasemos a una implementación efectiva. En la FIIAPP, somos muchas.

    Aunque somos mujeres nuestra concienciación con este tema ha sido progresiva y paralela a medida que, a nivel personal, hemos ido sufriendo más explícitamente estas desventajas y desigualdades, y nos hemos dado cuenta de que las causas que las provocan no son tan fáciles de enfrentar y transformar. Porque estas causas son tan poco visibles, perniciosas, ancladas en la cotidiano, tan profundamente arraigadas en la cultura social y organizacional que cuesta mover las líneas.

    A propósito del 8 de marzo, nos hemos interpelado mutuamente sobre el enfoque de género. Hemos querido provocar un cara a cara, un vis a vis, sin intermediación, y sin que se trate de un café de 5 minutos entre dos compañeras y amigas que, aprovechando un descanso, hacen un pliego de descargo. Hace falta verbalizar, hace falta visibilizar, hace falta compartir y hace faltar pararse a pensar. A eso les invitamos.

    Según la RAE, enfocar significa dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema. Qué tratamos de hacer con nuestro trabajo: enfocar las políticas públicas hacia la igualdad de género. También dice la RAE que se trata de hacer que la imagen de un objeto producida en el foco de una lente se recoja con nitidez. Por eso, tenemos que dotarnos de unas lentes especiales que nos permitan analizar para comprender el sistema en el que están insertas mujeres y hombres.

    Sonia: ¿En qué momento ser feminista cobró todo el sentido para ti? Me refiero a cuándo has sido más consciente de las desigualdades a la que tenemos que hacer frente las mujeres.

    Peggy: Nací en Francia. Me crie en un entorno rural, de montaña, humilde, y tuve la suerte de subirme al desgastado ascensor social, de aprovechar el sistema de bienestar y de ejemplificar la mal llamada meritocracia. Pero mi recorrido era una excepción, y constataba que lo que Pierre Bourdieu había identificado en los años 60 como la reproducción social y cultural de las desigualdades seguía siendo una realidad. En este sentido, mis prismas de lectura de la desigualdad siempre habían sido el económico, el social y el cultural. No me había puesto todavía las lentes de género. El punto de inflexión llegó con la maternidad. La maternidad, pone al centro de tu vida la cuestión de los cuidados, como en otros momentos a lo largo del ciclo de vida. Y con ella otras dos, generadoras de desigualdades invisibilizadas: la cuestión del uso del tiempo y la de la carga mental. Estas desigualdades se manifiestan con mayor énfasis en la esfera doméstica, pero acaban teniendo también repercusiones en la esfera laboral. Adaptación del horario, mayor productividad, minimización (o invisibilización) del espacio del cuidado, gestión de la agenda laboral y familiar… mentes saturadas, cuerpos cansados… A partir de este momento, empecé a enfocar y a leer muchas situaciones con los lentes del género, y de los tratos e impactos diferenciados entre mujeres y hombres. Creo que cuando nació mi hija, nació también mi feminismo.

    Relacionado con esto, ¿crees que la igualdad de género sigue siendo una opción política o de un partido político? Resulta llamativo que en sociedades democráticas se cuestione si luchar contra los tratos discriminatorios, la falta de oportunidades o la violencia contra las mujeres debe ser un objetivo público que cae bajo la responsabilidad de cualquier Estado.

    Sonia González, Coordinadora de Gobernanza Democrática en la FIIAPPSonia: Efectivamente, la igualdad de mujeres y hombres es un principio universal recogido en las constituciones de las democracias contemporáneas y en los textos internacionales de derechos humanos más importantes. Pero la desigualdad de género, en mayor o menor medida, persiste hoy en todo el mundo y numerosas evidencias empíricas demuestran que estas desigualdades, además, están obstruyendo el progreso y el desarrollo social y económico de los países. Un Estado debe estar del lado de los derechos. Por tanto, las políticas de igualdad de género debería ser políticas de Estado. Es verdad que en los últimos tiempos fuerzas conservadoras han popularizado la expresión “ideología de género”, basándose en la tergiversación y desinformación, y escudadas en un discurso por la defensa de los niños/as y la familia. Pero no estamos hablando de cuestiones dogmáticas: el enfoque de género lo que hace es dotarnos de ciertas herramientas analíticas para comprender mejor la realidad social. Nos brinda, como decíamos antes, unos lentes o unas gafas sin las cuales es difícil analizar el impacto diferenciado entre hombres y mujeres que tiene cualquier hecho, y adoptar medidas que tengan en cuenta en cuenta las especificidades de la mujer.

    Sin duda estamos avanzando, pero ¿a la velocidad suficiente? ¿cómo lo ves en tu área de trabajo concreta? ¿te gustaría ir más rápido?

    Peggy: Evidentemente en el área de APAS contamos con un escenario más favorable para abordar las brechas de género. Desde el apoyo a políticas sociales (igualdad, empleo, protección social y cuidado, salud, educación) actuamos sobre los mecanismos que resuelven nudos de igualdad. Por otro lado, acompañando la modernización del Estado, la innovación pública, o la gobernanza multinivel podemos trabajar el diseño de una institucionalidad inclusiva, que tome en cuenta necesidades específicas vinculadas con brechas de igualdad, en las instituciones y en los territorios. Pero las otras áreas de la FIIAPP también acompañan la agenda de la igualdad: presupuestos con perspectiva de género, lucha contra el cambio climático, desarrollo productivo, justicia inclusiva, atención a mujeres víctimas de trata, etc. En los últimos años creo que se han dado avances importantes. Varios programas han desarrollado estrategias de transversalización y cajas de herramientas, entre ellos EUROsociAL+, EUROclima, El PAcCTO, Bridging the Gap, Convivir sin discriminación o COPOLAD, por citar algunos.

    Ahora bien, tenemos todavía mucho camino por recorrer. En algunas reflexiones internas hemos discutido algunos desafíos. El primero de ellos, es la necesidad de dotarnos de una estrategia de transversalización. El segundo es la formación, de toda la plantilla. El tercer desafío, aunque tal vez sea el primero por su importancia, es la necesidad de definir con claridad el espacio que queremos dar a la igualdad en la institución: ¿queremos que sea un principio de actuación estratégico de la FIIAPP? ¿podemos exigir a todos los programas que incorporen esta perspectiva y rindan cuentas sobre sus acciones para mejorar la igualdad? ¿puede ser la igualdad una condicionalidad en nuestro dialogo con los países socios? ¿y con nuestras administraciones públicas? Según donde pongamos la brújula, podremos abordar con mayor o menor profundidad la igualdad de género.

    Un tema que se debate mucho es si optar por la transversalización de género o por acciones específicas. Por tu experiencia en EUROsociAL ¿cuál es la estrategia más pertinente?

    Sonia: Te diría que ambas, y me explico. La transversalización del enfoque de género apunta a analizar los impactos diferenciados en hombres y mujeres. Se trata de un enfoque transformador que se centra en las diferencias relacionales, interpelando a ambos géneros. Esto implica extender el enfoque a todos los sectores de la política pública, abarcando también a todos los actores del Estado. Ahora bien, no deberíamos descuidar las acciones específicas orientadas a mujeres. Hacerlo supondría debilitar la institucionalidad para la mujer, esto es, a los mecanismos para el adelanto de las mujeres, y desatender las políticas de promoción de igualdad de oportunidades que han tenido efectos positivos para corregir las desventajas de las mujeres con respecto a los hombres. Por otro lado, la transversalización tiene el desafío de la interseccionalidad, en la medida que las desigualdades son multidimensionales, cómo abordar la interacción del sexo y el género, con la raza, la clase social, el territorio u otras categorías de diferenciación en la vida de las personas o en las prácticas sociales. Diríamos que pretende ir más allá de la transversalidad que parte de la desigualdad hombre-mujer, para atender a esas otras características/identidades cuya convergencia/interacción produce situaciones estructurales de exclusión o vulnerabilidad. Un ejemplo claro: la tasa de violencia de género en mujeres inmigrantes ha aumentado considerable en los últimos años. ¿Cómo abordamos esta problemática?

    Me gustaría plantear otro tema, quizás haciendo autocrítica. Vemos que discursos y prácticas no siempre se encuentran en línea con la promoción de un desarrollo internacional pro-igualdad de género. Desde luego la FIIAPP es una institución en la que la mayoría somos mujeres, y esto ha contribuido en sus políticas conciliación y corresponsabilidad, y en la que el máximo órgano de dirección está ocupado por mujeres. No obstante, todavía hay mucho por hacer para incorporar la perspectiva de género en la cultura organizacional.

    Peggy Martinello, directora del área de APAs de la FIIAPP. En reflexión sobre la igualdad de géneroPeggy: Para cambiar la cultura es fundamental cambiar las estructuras, los marcos de trabajo, y empujar “desde arriba”.  Pero a veces el empuje se da “desde abajo”. En la FIIAPP, ha habido un fuerte empuje hacia la igualdad desde los programas, y desde las personas comprometidas con el tema. Por ejemplo, para elaborar el primer plan de igualdad, se conformó un grupo de género, integrado por profesionales formadas, sensibilizadas y con voluntad de mejorar el abordaje de la igualdad en la fundación. Se realizó un trabajo colaborativo intenso, de acompañamiento a la institución para alcanzar un plan que responda a las dos dimensiones: la interna, para fomentar la igualdad en el seno de la institución, y la externa, para incorporar de manera rigurosa la perspectiva de género en todos los proyectos que gestionamos. En ambas dimensiones, tenemos que trabajar. La interna afecta a la estrategia, la comunicación, los RRHH, los procesos de contratación de servicios, el sistema de información, el análisis de datos, etc. La externa afecta el ciclo de dialogo, formulación y gestión de proyectos y del conocimiento. Elaborar el Plan de Igualdad ha sido un hito importante, pero no suficiente. Su implementación en 2022 tiene que marcar un paso en firme para dar prioridad a la igualdad de género en la FIIAPP.

    Sonia González.  Coordinadora de Gobernanza Democrática en la FIIAPP
    Peggy Martinello. Directora del Área de Administración Pública y Asuntos Sociales en la FIIAPP

  • 25 marzo 2021

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    Posteado en : Entrevista

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    Las cicatrices de la violencia de género no siempre son visibles

    La jefa del Área de Derechos Humanos e Igualdad de la Policía Nacional, la Comisaria Mª Dolores López, analiza la desigualdad de género y nos cuenta el trabajo de la Policía para combatir esta problemática.

    Hablamos sobre la violencia de género y el trabajo de la Policía Nacional para combatirla con la  jefa del Área de Derechos Humanos e Igualdad, la Comisaria Mª Dolores López con la colaboración de América Pérez, Inspectora, Jefa de la Oficina Nacional para la Igualdad de Género y Leticia Matarranz, Inspectora, Jefa de la Oficina Nacional de Derechos Humanos.

    ¿Existe una violencia específica que se ejerce contra la mujer? ¿Por qué? 

    Sí, existe una violencia específica sobre la mujer, simplemente por el hecho de serlo. Se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad, que es histórica, y que constituye uno de los ataques más flagrantes a los derechos humanos. 

    Esta violencia tiene sus raíces en las desigualdades de género, presentes durante siglos en nuestra sociedad a través de los estereotipos, los roles de género y las ideas sexistas que nos han enseñado falsamente sobre hombres y mujeres.  

    Al hablar de violencia contra la mujer, ¿es importante recalcar que existe violencia física pero también psicológica? ¿Dirías que hay otros ámbitos/formas de violencia contra la mujer? 

    Por supuesto que el abuso no siempre es físico, o sólo físico, y las cicatrices no siempre son visibles. Es importante tener en cuenta que además del maltrato físico, existen otras formas de violencia, como la psicológica, la sexual, la laboral, la económica, la institucional o la simbólica, que recoge los estereotipos, los mensajes y valores que transmiten y favorecen que sigan repitiéndose las relaciones basadas en la desigualdad. Se habla ahora también de la violencia obstétrica, según informes de la Organización Mundial de la Salud, y que tiene sus raíces en no tomar en consideración de los derechos de la mujer, en un proceso natural como es el parto, y que acaba afectando al derecho a la intimidad y a la integridad física, en algunos casos.  

    ¿Qué papel tienen las instituciones públicas en la lucha contra este problema y, concretamente, la Policía Nacional? 

    Las instituciones públicas tienen un papel trascendental en la lucha contra esta lacra, no solo porque el mandato constitucional impone a los poderes públicos la obligación de promover las condiciones para que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas, y remover los obstáculos que lo impidan, o por los compromisos internacionales asumidos por España, como el Convenio de Estambul, sino porque el Estado tiene el deber de proteger a todos sus ciudadanos y ciudadanas. Las instituciones públicas de nuestro país han asumido esta obligación, desde la promulgación de la LO 1/2004, la cual supuso un avance pionero en la protección integral de la mujer frente a la desigualdad estructural vinculada a la desprotección económica, social y cultural, hasta el desarrollo de estrategias preventivas específicas en la materia, con la aprobación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.   

    La Policía Nacional, además, como parte de las instituciones públicas, y reforzando su compromiso con la defensa de los derechos humanos, y particularmente contra cualquier violación de los mismos por razón de sexo, ha establecido en sus Planes Estratégicos Institucionales que impulsar una actuación policial integral en el ámbito de la violencia contra las mujeres es un objetivo esencial.  

    ¿Podría dar algunos ejemplos sobre el trabajo de la Policía contra esta violencia? 

    En este contexto de prevención y de lucha contra la violencia de género, y al objeto de mejorar la calidad del servicio de las víctimas, en el seno de la Policía Nacional, se crearon ya en el año 1986 los primeros servicios de atención a la mujer, conocidos como SAM, cuya evolución son las actuales Unidades de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) dependientes del Área de Policía Judicial. 

    Basadas en el reconocimiento de la singularidad y características complejas de la violencia de género, las UFAM son unidades especializadas que constituyen el servicio policial de repuesta integral para el tratamiento de la Violencia de Género, de la Violencia Doméstica, los delitos contra la libertad sexual y los delitos cometidos contra los menores de edad. 

    ¿Considera que la sociedad está comprometida en el combate contra la violencia contra la mujer? 

    Por supuesto, la sociedad juega un papel fundamental para combatir esta violencia. 

    A pesar de que España sea un país pionero en erradicación de la violencia de género en todas sus formas y que la sociedad se muestre comprometida en su abolición, los datos revelan que todavía queda mucho trabajo por hacer. Para eso se necesita un consenso institucional, político y social que muestre, sin fisuras, el compromiso de todas las instituciones con la sociedad española. 

    Para llevar esto a cabo sería necesario fomentar las acciones de sensibilización sobre el daño que producen la desigualdad y las conductas violentas como así ha ocurrido en las últimas campañas en las que el foco se ha puesto en el maltratador y el entorno de la víctima. 

    Que la víctima reciba apoyo externo es crucial para salir de una situación de violencia de género porque la mujer que la sufre se encuentra anulada y de eso se ha encargado el agresor en una fase previa del proceso, de aislarla y minar su autoestima. Ante este escenario, la familia y el círculo más íntimo de la víctima tienen una posición privilegiada para asesorarla y llegado el caso acompañarla a denunciar.   

    Aunque la sensibilización debe comenzar en las primeras etapas de los niños y niñas, a través de la educación transmitida por las familias y que ésta se vea reforzada en las escuelas a través de la promoción de las relaciones basadas en el respeto y en la igualdad. Sólo si actuamos desde el inicio, se obtendrán los frutos de la prevención y la sensibilización. 

  • 25 junio 2020

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    Posteado en : Opinión

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    “El reto global está servido: el aumento de la brecha de género es una realidad”

    Icíar Bosch, Jimena Cazzaniga y Ana Cirujano, compañeras de la FIIAPP que también forman parte del grupo de género de la Fundación, nos relatan cómo ven peligrar la igualdad de género a nivel global debido a la crisis generada por la COVID19

    Es una realidad que la crisis generada por la COVID19 pone en peligro los avances de la Agenda 2030, especialmente aquellos ligados a la igualdad de género. La FIIAPP, en esta compleja coyuntura, apuesta, a través de su saber hacer, por no dejar atrás a las mujeres. Tal y como nos señalan las cifras, las mujeres están más expuestas al virus y a sus impactos sociales y económicos: aproximadamente el 70% del personal sanitario en el mundo son mujeres, así como el 80% del personal doméstico y de cuidados. Por otro lado, la atención a familiares dependientes recae en mayor medida sobre ellas. Por si esto fuera poco, son las mujeres quienes representan el mayor porcentaje de personas trabajadoras informales y a tiempo parcial en todo el mundo.

    La FIIAPP puede aportar soluciones en materia de políticas públicas desde una perspectiva de género

     En la FIIAPP contamos con algunas experiencias en las que, fortaleciendo las políticas públicas en el marco de la igualdad de género, se busca mejorar la vida de la ciudadanía. Por ejemplo, durante esta crisis se constata un menor acceso a la salud sexual y reproductiva y un grave aumento de la violencia de género; la FIIAPP trabaja en este ámbito desde diferentes perspectivas como el apoyo en la creación de un departamento de Violencia de Género en el seno de AMERIPOL.

    Por otro lado, el área de gobernanza democrática del programa EUROsociAL+ ha puesto en marcha acciones innovadoras como la incorporación del enfoque de género en los sistemas de transparencia y acceso a la información, el acceso a la justicia de grupos de mujeres especialmente vulnerables o el acompañamiento a los países latinoamericanos en la puesta en marcha de presupuestos con enfoque de género como instrumento para reducir desigualdades.

    Consideramos que la necesidad de empoderamiento de las mujeres en momentos de crisis como el actual es un elemento central a la hora de plantear estrategias de desarrollo. En ocasiones, a esta situación se suman los efectos concretos de una violencia específica contra ellas. Otro ejemplo es lo que ocurre en la región del Sahel, donde las mujeres ven sus derechos limitados de manera sistemática. En el proyecto GARSI SAHEL, la FIIAPP cuenta con un enfoque de género, no solo para la protección específica de las mujeres en situaciones de conflicto, sino también como apuesta por el empoderamiento femenino en el campo de las fuerzas de seguridad y el aumento de la presencia de mujeres en estas unidades.

    También sucede que el discurso general que enmarca la crisis del coronavirus es profundamente masculino y plagado de símiles bélicos, en contraste, la comunicación con equidad debería estar presente y extenderse a la utilización de un lenguaje inclusivo que visibilice a las mujeres y las niñas. En la FIIAPP, tanto desde su departamento de comunicación, como desde varios programas, se mantiene una apuesta firme por el uso de un lenguaje que no discrimine. Por ejemplo, el proyecto Intercambio de experiencias UE-Cuba para la promoción de las fuentes renovables de energía y la eficiencia energética en Cuba, cuida el lenguaje inclusivo cada vez que comunica mediante una invitación, presentación, etcétera.

    Es por eso que, en un momento donde se percibe la inclusión de la perspectiva de género como un aspecto secundario, se ponen en valor proyectos como Convivir sin discriminación, un enfoque basado en los derechos humanos y el género en el que la FIIAPP aporta una asistencia técnica especializada en género. Tras un profundo diagnóstico, se han desarrollado una serie de herramientas que permiten a todas las personas e instituciones integrar la perspectiva de género a lo largo de toda la intervención. Esto ha permitido tener pautas concretas que permiten asegurar la incorporación de la perspectiva de género en cada tarea, proceso, actividad y resultado del proyecto. Fruto de todo este trabajo, el proyecto ha conseguido que las candidaturas paritarias sean consideradas como mérito en los procesos de contratación de la FIIAPP.

    Pero a pesar de la enorme cantidad de información desarrollada en la crisis de la COVID19, son muy pocos los análisis que contienen datos sobre la situación de las mujeres, que de nuevo son invisibilizadas. El impacto de género en las diversas crisis, incluida la climática, es un hecho innegable. En el marco de programas gestionados por la FIIAPP como EUROCLIMA+, se impulsan iniciativas que tienen en cuenta la perspectiva de género en concreto a través de la recopilación y el uso de información desglosada por sexo, el establecimiento de indicadores sensibles al género, la creación de métodos de participación y consulta de las mujeres.

    Como bien comentábamos al principio, las mujeres ocupan en un gran porcentaje empleos precarios e informales, muchos de ellos ligados a tareas del cuidado no reconocidas. La solución a la crisis actual pasa por posicionar estos empleos y empoderar económicamente a las mujeres. Por ejemplo, el programa Bridging the Gap (BtG), consciente de las múltiples discriminaciones, está trabajando para mejorar la empleabilidad de mujeres con discapacidad o que tienen alguna hija o hijo con discapacidad. El empoderamiento, como en otras acciones de la FIIAPP, está en el centro de la acción de BtG para lograr la autonomía de las mujeres.

    Estas iniciativas,  demuestran que la materia prima existe. Sin embargo, es necesario, por un lado, sistematizar y visibilizar este trabajo y, por otro, poner esta experiencia al servicio de una estrategia de género.  En este sentido, la FIIAPP está trabajando, con el acompañamiento de un grupo de profesionales de la entidad, en la elaboración y puesta en marcha de su I Plan de Igualdad. Esta herramienta tiene un doble objetivo interno y externo: el fomento de la igualdad de género en el seno de institución, así como dotarse de herramientas y procesos que permitan que ésta se incorpore sistemáticamente en los proyectos que gestiona la entidad.

    Con la llegada de la pandemia y la puesta en marcha de diferentes medidas de urgencia para hacerle frente, el reto global está servido: el aumento de la brecha de género es una realidad. Es nuestra responsabilidad trabajar para minimizarlo, en la igualdad de género se encuentra la solución.

    Icíar Bosch, Jimena Cazzaniga y Ana Cirujano

    Técnicas de proyectos e integrantes del grupo de género de la FIIAPP

  • 28 marzo 2019

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    Posteado en : Reportaje

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    8 de marzo: en busca de la igualdad

    El Día Internacional de la Mujer se ha convertido en uno de los días internacionales más reivindicativos del año. Desde la FIIAPP tomamos conciencia de la importancia que tiene la inclusión de género en nuestros proyectos y apostamos por un plan de igualdad en la Fundación

    Actualmente, habitamos en el planeta alrededor de 7.550 millones de personas. Según datos de Naciones Unidas, un 49,5% son mujeres, lo que se traduce en 3.712 millones 

    Son muchos los obstáculos a los que se enfrenta la mujer por el simple hecho de serlo. El informe elaborado por la OCDE “Perseguir la igualdad de género: una batalla cuesta arriba”, pone de manifiesto que la mujer sigue en desventaja en todos los ámbitos de la vida y en todos los países respecto al hombre. 

     

    El informe mundial sobre salarios 2016/2017 elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que la brecha salarial aumenta a medida que los salarios se ven incrementados. En este sentido, en España, según datos de 2016, la brecha salarial entre géneros fue del 14,9% frente al 16,7% de la media europea, según destaca el informe de Eurostat. 

     

    Asimismo, de todas las personas que viven en extrema pobreza, un 75% son mujeres y niñas. Del total de niños que no asisten a la escuela, un 60% son niñas y, aunque las mujeres producen la mitad de la comida existente, solo poseen un 1% de las tierras cultivadas 

     

    8 de marzo, Día Internacional de la Mujer 

    tw_mujer-1024x512-jpgEl Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue institucionalizado por las Naciones Unidas el 8 de marzo de 1975 con el nombre de Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, este día fue celebrado por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Europa, concretamente en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, ampliándose desde entonces su conmemoración al resto de países.  

     

    Año tras año, el 8 de marzo se ha convertido en uno de los días internacionales con mayor impacto en la sociedad, convirtiéndose en una jornada de reivindicación a nivel mundial en el que las mujeres unen sus fuerzas para reclamar la igualdad de género y una sociedad más justa. A esta jornada, cada vez son más los hombres que se suman y toman conciencia del problema de desigualdad al que se enfrentan las mujeres. 

     

    “La igualdad de género es, fundamentalmente, una cuestión de poder. Vivimos en un mundo dominado por los hombres, con una cultura dominada por los hombres. Solo cuando entendamos los derechos de las mujeres como un objetivo común, como una ruta hacia el cambio en beneficio de todos, comenzaremos a inclinar la balanza”, ha destacado en su mensaje del Día Mundial de la Mujer de 2019 el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. 

     

    «Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio” 

    Este año 2019, el lema del Día Internacional de la Mujer ha sido “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”. Bajo este lema se sitúa a la innovación por parte de las mujeres en el centro de sus esfuerzos para lograr la igualdad de género, ya que para ello se necesitan innovaciones sociales válidas tanto para hombres como para mujeres “sin dejar a nadie atrás”.
     

    Movimiento #Metoo 

    Al igual que el 8 de marzo las mujeres aúnan sus fuerzas para alzar su voz a favor de la igualdad de género, el movimiento #Metoo se ha convertido en un movimiento de denuncia durante los 365 días del año. A través de él, las mujeres de todo el mundo han tenido la oportunidad de contar sus experiencias en las redes sociales, denunciando casos de abuso sexual y recibiendo apoyo.  

     

    ODS 5: Igualdad de género 

    Según destaca Naciones Unidas “la igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo pacíficopróspero y sostenible”. Con motivo del cumplimiento de la Agenda 2030, la igualdad de género también ocupa uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el número 5, con el que se busca poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y niñas en todas partes, eliminar todas las formas de violencia que sufren, así como adoptar y fortalecer políticas sólidas y una legislación aplicable para la promoción de la igual de género, entre otras muchas metas. 

     

    Asimismo, las personas con discapacidad también sufren desigualdad de género, especialmente si hablamos de acceso a la educación. Según señala Ola Abu Ghraib, directora de Investigación e Influencia Global en la Organización Leonard Cheshire, “se deben mejorar los mecanismos para integrar a las niñas con discapacidad en el sistema de educación, e integrar el género en la Agenda 2030”.  

     

    La FIIAPP y la transversalización de género 

    Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la FIIAPP celebró, el pasado 7 de marzo, una mesa redonda que contó con la presencia de la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Pilar Llop Cuenca, y la directora deObservatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), Karoline Fernández, quien destacó la situación de discriminación que sufre la mujer inmigrante en nuestra sociedad. La conclusión de este debate fue la importancia que tiene el “movilizarse y sensibilizar sobre violencia de género a través de la educación”.  

     

    La FIIAPP quiere posicionarse como la primera fundación del sector público de la cooperación española que aplica, tanto a nivel interno como externo, la inclusión de género. En este sentido, la Fundación está desarrollando un plan de igualdad que tiene como fin ofrecer las mismas oportunidades entre hombres y mujeres en la institución. 

     

    Siguiendo esta línea, la FIIAPP ya trabaja con diversos proyectos que cuentan con esta inserción de género, como son EUROsociAL+EL PacCto: Apoyo a AMERIPOL o el proyecto Convivir sin discriminación. 

     

    Según Manuel Sánchez, técnico de proyectos de la FIIAPP, la Fundación “tiene dos retos principales: uno es incluir el enfoque de género dentro de la casa con un plan y con un programa específico para ello y por otro lado la responsabilidad que tenemos los distintos trabajadores y trabajadoras de transversalizarlo en nuestros proyectos”.