• 05 junio 2022

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    Perú escucha a sus pueblos indígenas para enfrentar el cambio climático

    Los pueblos indígenas ocupan el 22% del territorio planetario y su papel es imprescindible para el mantenimiento de la diversidad cultural y la biodiversidad, según apunta la UNESCO.

    La naturaleza gestionada por estas comunidades está disminuyendo con menos rapidez que en otras zonas, puesto que realizan una labor de protección del medioambiente a largo plazo a través de un uso sostenible de la gestión y gobernanza de la biodiversidad. Sin embargo, son los más afectados por los efectos del cambio climático.  

    Las tierras que gestionan representan el 28% del carbono almacenado en los bosques a nivel mundial. Anualmente, secuestran una cantidad de CO2 equivalente, de media, al 30% de los objetivos de Brasil, Colombia, México y Perú para 2030. Estos países almacenan el 28% del carbono mundial, pero solo representan el 5,1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.  

    El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) alerta de la pérdida de ecosistemas y de la disminución de producción de alimentos y de acceso a los mismos, lo que ha producido un incremento de la malnutrición y ha afectado gravemente a la economía de estas comunidades indígenas.Las políticas climáticas han ignorado tradicionalmente los conocimientos y saberes ancestrales de los indígenas y, por ello, en la COP26 de Glasgow 141 gobiernos se comprometieron a reconocer los derechos de estas comunidades y sus tierras como elemento fundamental para terminar con la deforestación para el 2030.  Ahora Perú estrena una Plataforma de Pueblos Indígenas para enfrentar el cambio climático.

    Se convierte así en un país pionero en el reconocimiento de los saberes y prácticas indígenas que contribuyen a la gestión integral del cambio climático, conforme a lo establecido en el Acuerdo de París.

    La FIIAPP apoya esta Plataforma

     

    Hablamos con Teresa Aguilar y Álvaro Ovejas, Técnicos de Proyectos en el programa europeo Euroclima+, coliderado por la FIIAPP, que ha apoyado la formación de esta Plataforma. Nos cuentan los retos en la puesta en marcha de esta propuesta y los grandes beneficios que aporta. Un espacio en el que confluyen por primera vez los Ministerios de Cultura y Ambiente de Perú con los pueblos indígenas del país.

    ¿Cómo nace la Plataforma de Pueblos Indígenas de Perú para enfrentar el cambio climático?  


    Teresa: Esta Plataforma nace de la propia demanda del pueblo indígena y aúna a las siete organizaciones indígenas registradas y legalizadas del país. Es un hito en el continente latino porque reúne a pueblos indígenas de diferente casuística, de diferente índole étnica y procedencia.  

    Álvaro: Desde la Plataforma se da voz al pueblo indígena en instancias de gobernanza climática, como la Comisión Nacional. Además, Perú es ratificador del Convenio 169 de la OIT, que establece la obligación de consultar a los pueblos indígenas en todas las medidas políticas y jurídicas que sean capaces de afectarles directamente. 


    ¿Cuáles han sido los principales retos a la hora de poner en marcha esta plataforma?  

    Teresa: El primer reto ha sido el lingüístico. Los diferentes pueblos indígenas no pueden entenderse entre ellos, porque no todo el mundo habla castellano, solamente los dirigentes políticos.   Perú estrena la Plataforma de Pueblos Indígenas para enfrentar el cambio climático y se convierte en un país pionero en este reconocimientoEllos hablan cinco lenguas originarias como el quechua, el aymara, shipibo o awajún. También nos hemos encontrado con el reto territorial. No es fácil desplazarse en un país como Perú y son pueblos que tampoco tienen acceso a la digitalización.  

    ¿De qué manera afecta más el cambio climático a las mujeres indígenas?  

    Teresa: La población indígena, por su origen, es población rural y sus medios de vida dependen de los recursos naturales. Por lo tanto, el cambio climático afecta directamente a su actividad económica.  

     El impacto del cambio climático se agrava y es más desproporcional en las mujeres, ya de por sí discriminadas y vulneradas. Son ellas las encargadas socialmente de la salud alimentaria, del hogar y, al vivir en entornos rurales, sus medios de vida se basan en la pesca, la ganadería, la agricultura o la gestión agroforestal. El impacto del cambio climático degrada su economía, e incluso estamos viendo ya migraciones climáticas ante desastres ambientales producidos por el cambio climático.  

    ¿Cuál ha sido el papel del programa europeo Euroclima y la FIIAPP en la construcción de la Plataforma?  

    Álvaro: Euroclima ha estado involucrado desde el comienzo de este proceso. Comenzó con la consulta previa que se realizó a los pueblos indígenas sobre la Ley Marco de Cambio Climático, en la que se acordó, entre otras disposiciones, la creación de esta Plataforma. Es a la hora de desarrollar la Ley Marco de Cambio Climático cuando se inicia una colaboración directa entre Euroclima y el Ministerio de Ambiente de Perú 

    Por un lado, hemos apoyado el desarrollo de diálogos entre el Ministerio de Ambiente de Perú y las organizaciones nacionales. Y, por otro lado, hemos respaldado el proceso de la creación de todo el marco jurídico normativo e institucional que da encaje a la Plataforma. 

    ¿Por qué a los pueblos indígenas se les conoce como guardianes de la diversidad? 

    Álvaro: El modo de vida que tienen los pueblos indígenas no solamente es muy rural, sino que no precisa de la misma infraestructura que se usa en las ciudades. Su rutina se adapta mucho más al entorno. 

    Teresa: Yo creo que los guardianes de la naturaleza son indudablemente las poblaciones que originalmente se han criado y han vivido en ella. Es su ecosistema y lo conocen a la perfección, es lo que se llama el saber ancestral. 

    Las grandes extensiones de Latinoamérica están ocupadas muchas veces por grandes plantaciones que no están destinadas al alimento, sino al desarrollo económico de entidades privadas. Los pueblos indígenas viven directamente del territorio y, por tanto, esa actividad les afecta directamente.  

    ¿Es esta iniciativa en Perú un referente para otros países de América Latina?  

    Teresa: Perú es ahora un país que otros admiran. Hay países que podrían replicarlo porque la experiencia peruana es escalable. Toda Latinoamérica tiene población indígena, pero hace falta voluntad política. Todo depende de la naturaleza del país y de cómo esa figura indígena es recibida por los gobiernos. 

    También se habla de asociaciones indígenas a nivel regional, como por ejemplo las amazónicas. La Cuenca Amazónica tiene mucho valor a nivel forestal y medioambiental, es el pulmón del planeta y toca varios países. Por ello, ya no estaríamos hablando de una plataforma a nivel nacional, sino transnacional. Cuando hablas con asociaciones indígenas regionales, su sueño es que exista una plataforma que los aúne a nivel regional. 

  • 08 septiembre 2020

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    Lavarse las manos, una lección tan simple como imposible

    En el día Mundial de las Personas Cooperantes, un técnico de la FIIAPP nos cuenta el reto que supone para millones de personas acceder al agua potable

    En el Día Mundial de las Personas Cooperantes, David Rodríguez Soane nos regala una reflexión sobre la importancia de que las personas cooperantes no detengan su trabajo. Una labor vital y necesaria, especialmente durante la pandemia. En un contexto difícil como este, David, pone el foco en la necesidad de garantizar el acceso al agua potable y la higiene, como derechos universales y acción clave contra la propagación del virus.

    Lavarse las manos con agua y jabón es un gesto simple que hoy más que nunca, en plena era COVID, ayuda a salvar vidas. Con los primeros días de septiembre ya en marcha, los gobiernos y los centros educativos, se debaten sobre la reapertura de sus instalaciones y los modelos de enseñanza más adecuados para adaptarse a los tiempos de la pandemia. Sin embargo, en el 43% de las escuelas alrededor del planeta no es posible lavarse las manos , un mecanismo de defensa clave en la lucha por aminorar la transmisión del virus. De hecho, en los países menos desarrollados, 7 de cada 10 escuelas carecen de instalaciones básicas para ello.

    A mediados de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF publicaron un informe conjunto, Progress on Drinking Water, Sanitation and Hygiene in Schools (WASH), en el que se revelaba que alrededor de 818 millones de niños y niñas en el mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, lo que los pone en mayor riesgo de contraer la COVID 19 y otras enfermedades transmisibles. Más de un tercio (295 millones) viven en África subsahariana.

    Una vez más, el agua se demuestra esencial para la vida. Pero también lo son el saneamiento y la higiene. Basta un simple ejemplo: sin inodoros, las fuentes naturales de agua se contaminan; sin agua limpia, las prácticas básicas de higiene no son posibles. Entre ellas, lavarse las manos.

    La mirada desde la cooperación

    El mundo de la cooperación tiene mucho que decir para conseguir que el derecho al agua potable y al saneamiento sea eso, un derecho de todas y todos. Este verano, precisamente, la comunidad internacional ha debatido largo y tendido sobre el agua. En la última semana de agosto, por ejemplo, numerosos actores, desde Gobiernos hasta organizaciones de la sociedad civil, se dieron cita en dos eventos importantes.

    Por un lado, del 24 al 28 de agosto, tuvo lugar virtualmente la Semana Internacional del Agua (Water World Week – WWWeek). El Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), es quién impulsa cada año esta ágora multilateral que, desde hace casi 30 años, se ha convertido en el evento más influyente del mundo para el abordaje de los grandes retos del agua. Por otro lado, la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) organizó, también en la misma semana, cinco días de conferencias dedicadas exclusivamente al agua desde la óptica del desarrollo. La Week on Water for Development (WW4D) arrancó este año con un lema anclado claramente en la actualidad: “Cada gota cuenta, el agua en tiempos excepcionales”.

    También este verano, en el mes de julio, y con una presencia clara de la Cooperación Española a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), tuvo lugar la XXI Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (CODIA), la principal plataforma de diálogo político, colaboración técnica y cooperación en materia de agua en Iberoamérica. En este marco, la relación entre agua y biodiversidad y la integración del saneamiento y la depuración en el marco de la gestión integrada de los recursos hídricos fueron los dos diálogos técnicos que coparon el debate.

    Como vemos, abundan los espacios para el intercambio de experiencias y para la coordinación multi-actor de cara a la consecución del ODS 6, agua limpia y saneamiento para todas y todos. Los logros del pasado deben servir de acicate para fortalecer los pasos firmes del multilateralismo para llegar a 2030 en las mejores condiciones posibles. La movilización mundial tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) consiguió que en 2015, 2100 millones de personas tuvieran acceso a un saneamiento mejorado y que 147 países cumpliesen con la meta de acceso a fuentes a de agua potable (Informe ODM 2015, PNUD). Ahora, los ODS, tras cinco años de andadura, abren un nueva ventana de oportunidad para seguir el mismo sendero de progreso y de consolidación de derechos. Aunque, ciertamente, las cifras del Informe ODS 2020 en torno a las ODS6 no son todo lo buenas que cabría esperar y la irrupción del COVID19 no ha hecho más que empeorar la situación. Por ello hacen falta soluciones, necesitamos respuestas.

    En este sentido, desde la Cooperación Española existen herramientas que contribuyen a los objetivos globales y que deben ser puestas en valor. En datos de 2018 se estima que el FCAS, ha beneficiado a más de 2,8 millones de personas en América Latina y el Caribe. Además, 2,2 millones de latinoamericanos han tenido acceso a servicios nuevos o rehabilitados de agua potable y 1,1 millones a servicios de saneamiento. También la AECID y la FIIAPP, a través de su participación en el proyecto EUROCLIMA+ el programa insignia de la UE sobre sostenibilidad ambiental y cambio climático con América Latina, dedican grandes esfuerzos a la gestión del agua para asegurar la disponibilidad de los recursos hídricos y fortalecer las capacidades institucionales y la gobernanza del sector en los países beneficiarios. A su vez, numerosas ONGD, como Manos Unidas, Oxfam Intermón o Acción Contra el Hambre, por citar solo algunas, desarrollan también importantes intervenciones especializadas en la provisión de agua, saneamiento e higiene en los países en los que cooperan. Son ejemplos de actores de nuestra cooperación, pero habría más, también entre las comunidades autónomas, las universidades y otros agentes que forman parte del sistema.

    El reflejo desde la pandemia

    Miramos desde la cooperación, pero la pandemia que ocupa y condiciona nuestras vidas desde hace meses nos devuelve un reflejo: la interconexión de elementos esenciales como la dignidad, las personas, la prosperidad, el planeta, la justicia y las alianzas. La imagen que nos devuelve el espejo ya la conocíamos, pero nos invita a reflexionar una vez más. La salud global, la educación de calidad y el acceso al agua y el saneamiento. Los ODS 3, 4 y 6. Todos ellos derechos, objetivos y retos interconectados que se entremezclan a lo largo y ancho del mundo, en una escena habitual a principios del mes de septiembre: el comienzo del curso escolar. La ecuación es más compleja en tiempos de pandemia. Y prácticamente imposible de resolver, para las niñas y niños que viven en los países en los que lavarse las manos con agua y jabón sigue siendo un lujo al alcance de un puñado.

    El día 8 de septiembre celebramos el Día del Cooperante. Es un día para homenajear a todas las personas que aportan su trabajo, su conocimiento y su sudor para construir un mundo más justo. Pero también será un día para recordar que, según la iniciativa Hand hygiene for all, tres mil millones de personas, el 40% de la población mundial, no pueden lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares. Tres cuartas partes de ellas viven en los países más pobres del mundo. Simplemente porque carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos, millones de personas estarían en riesgo inmediato de contraer la COVID19 u otras enfermedades.

    El reto es mayúsculo, pero en algún momento y por alguna parte debemos empezar. Entonces empecemos este mismo septiembre y empecemos por las escuelas. Aprendamos una lección como sociedad: los gestos simples no deberían ser imposibles.

    Autor: David R. Seoane, Técnico de Comunicación y Gestión de Conocimiento del programa de “Transparencia, Comunicación y Gestión de Conocimiento de la Cooperación Española”

     

     

  • 26 marzo 2020

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    La ciclogénesis se llamaba cambio climático

    Conmemoramos el Día Meteorológico Mundial, que se celebra el 23 de marzo, visibilizando las relaciones entre meteorología y cambio climático y el trabajo de EUROCLIMA+ al respecto

    Las lluvias torrenciales o las sequías son fenómenos meteorológicos relacionados con el agua, todos ellos cada vez más extremos en cualquier punto del planeta. A estos y otros fenómenos similares se consagra este año el Día Meteorológico Mundial que, presidido por el lema «clima y agua» pone el foco en los efectos del cambio climático que se manifiestan a través del agua.

    Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el ser humano no puede sobrevivir más de tres días sin agua y, en la actualidad, en todo el mundo hay 3000 millones de personas que no disponen de instalaciones básicas para lavarse las manos. Además, sabiendo esto, hay que tener en cuenta que en los próximos 30 años la demanda mundial de agua dulce aumentará entre un 20 % y 30 %.

    Con el objetivo de conmemorar el nacimiento de la OMM, que tuvo lugar el 23 de marzo de 1950 en el seno de la ONU, este día sirve también para poner de relieve la contribución de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) a la seguridad y al bienestar de las sociedades. Y, por qué no, para reflexionar sobre la importancia de la meteorología en el contexto global de cambio climático en el que vivimos en la actualidad.

    El agua, un bien común

    Los fenómenos meteorológicos extremos, fruto del cambio climático que estamos atravesando a nivel global, son una de las mayores amenazas mundiales. En concreto, aquellos que se relacionan con el agua constituyen un riesgo máximo por los impactos que provocan, tanto en el desarrollo sostenible como en la seguridad de las personas. Según declara el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, en el comunicado de la organización sobre el 23 de marzo, «los cambios en la distribución mundial de las precipitaciones están teniendo importantes repercusiones en muchos países. El nivel del mar aumenta a un ritmo cada vez mayor debido a la fusión de los glaciares más grandes, como los de Groenlandia y la Antártida. Ello está exponiendo las zonas costeras y las islas a un mayor riesgo de inundación y a la sumersión de zonas bajas”.

    Las crecidas de los ríos o las inundaciones son fuente de paz y de conflicto, pues la mayoría de los ríos y otras aguas dulces son transfronterizas, y las decisiones que un país adopte en relación con la gestión de recursos hídricos a menudo repercuten en otros países. Además, la seguridad alimentaria está muy relacionada con el agua: por ejemplo, la concentración de las lluvias en determinadas épocas del año o en determinados sitios afecta a la agricultura, a los desplazamientos y, en definitiva, a la supervivencia de millones de personas en todo el mundo.

    Buena prueba de la relevancia internacional del lema escogido la encontramos  en el hecho de que el agua y el clima son la piedra angular del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (Agua limpia y saneamiento) y 13 (Acción por el clima), ambos recogidos en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y que alberga en su seno las prioridades mundiales para los próximos 10 años.

    Para el proyecto EUROCLIMA+, cada gota cuenta

    Tal y como de forma expresa detalla la OMM, en la actualidad, los datos sobre los recursos hídricos son incompletos y están dispersados, lo que impide en gran medida el trabajo conjunto entre países y la cooperación internacional para poder enfrentarse a retos globales, como el cambio climático.

    En esta línea trabaja el proyecto EUROCLIMA+ de la mano de AEMET en Centroamérica, donde están llevando a cabo, junto a las instituciones de los distintos países, la generación de escenarios climáticos para anticiparse a los impactos del cambio climáticoy planificar medidas de adaptación. En este sentido, el proyecto, financiado por la UE y en cuya gestión participa la FIIAPP, tiene la mirada puesta en prever el impacto, la vulnerabilidad y las necesidades de adaptación al cambio climático.

    La utilidad de los escenarios, en palabras del especialista del proyecto y meteorólogo de AEMET Jorge Tamayo, consiste en disponer de información para saber “qué es lo que va a ocurrir y qué medidas son las que se pueden aplicar”, y que además esta información pueda “ser utilizada por parte de los responsables de la gestión hídrica, para planificar”, por ejemplo “si tienen que hacer mayor número de embalses o tienen que redimensionar los que tienen actualmente, para intentar paliar estos efectos al menos conociéndolos”.

    Trabajar juntos en la adaptación o mitigación del cambio climático es trabajar juntos por un futuro más resiliente, tal y como demuestra EUROCLIMA+.

  • 20 septiembre 2018

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    “EUROCLIMA+ trabaja en un entorno innovador, intersectorial y de múltiples partes interesadas”

    Alexandra Cortés, experta en Comunicación y Visibilidad de EUROCLIMA+, nos cuenta las claves del programa contra el cambio climático en América Latina

    ¿Qué es EUROCLIMA+? 

     

    EUROCLIMA+ es un programa financiado por la Unión Europea que ofrece una amplia gama de servicios especializados orientados a apoyar la implementación de los compromisos del Acuerdo de París en el ámbito de la gobernanza climática, así como la financiación y la asistencia técnica para la ejecución de proyectos con los países latinoamericanos.

    La implementación de estos proyectos se realiza mediante el trabajo sinérgico de agencias de cooperación de países miembros de la Unión Europea, junto con dos agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

     

     ¿Cuáles son los objetivos del programa? 

     

    El programa busca promover el desarrollo ambientalmente sostenible en 18 países de América Latina, en particular, para el beneficio de las poblaciones más vulnerables. Además, apoya a los países en la implementación de los compromisos establecidos mediante el Acuerdo de París sobre cambio climático. 

     

    ¿Qué hace cada una de las agencias que gestionan el programa?

     

    El espectro de temas cubiertos por EUROCLIMA+ incluye las principales áreas de desarrollo que forman parte de la agenda del cambio climático. Estos temas son impulsados gracias a la vasta experiencia de las agencias implementadoras del programa, seleccionadas sobre la base de su experiencia en el campo del cambio climático, el medio ambiente y el desarrollo sostenible en América Latina.

     

    Una o varias agencias se ocupan de cada uno de los componentes del programa. Así pues, la FIIAPP trabaja la Gobernanza Climática con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ONU Ambiente y la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ). La agencia alemana se ocupa también del componente de Bosques, biodiversidad y ecosistemas, eficiencia energética, junto a Expertise France, de Producción resiliente de alimentos, también con la institución francesa, y de Movilidad urbana, con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Esta última trabaja además con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en los componentes de Eficiencia energética, Gestión del agua desde una perspectiva urbana y Gestión del riesgo de desastres. 

     

    ¿Qué aporta el trabajo conjunto de todas estas instituciones? 

     

    El trabajo conjunto de las diferentes agencias implementadoras aporta una amplia y complementaria experiencia en materia de cambio climático y desarrollo sostenible. Asimismo, promueve el intercambio entre Europa y América Latina, acortado distancias y promoviendo sinergias. 
     

    ¿Y el trabajo de la FIIAPP en concreto? 

     

    La FIIAPP lidera la implementación del componente de Gobernanza Climática, acompañando a los países en el diseño, actualización o implementación de políticas climáticas. Esto contribuirá a que los países de América Latina lleguen a 2020 con una legislación actualizada y planes adaptados a sus realidades.  

     

    Concretamente, la Fundación facilita el diálogo de políticas climáticas y presta apoyo técnico y financiero para el desarrollo y la puesta en marcha de políticas, planes, medidas y herramientas de adaptación y mitigación al cambio climático en América Latina. Trabaja mediante apoyo directo a los distintos gobiernos de los países, con acciones orientadas a sus demandas estratégicas y directas diseñadas conjuntamente con las instituciones latinoamericanas en el marco del programa EUROCLIMA+. 

     

    De acuerdo con los temas de mayor interés en la región y teniendo en cuenta el contexto y los principales retos para enfrentar el cambio climático, las líneas de acción del componente son serían la implementación de las NDCs, servicios climáticos, financiamiento climático, Educación, comunicación y participación, y género. 

     

    Las herramientas clave, al servicio de los 18 países latinoamericanos participantes, son la colaboración entre instituciones, la búsqueda de sinergias, el aprendizaje conjunto y el intercambio de información y de mejores prácticas. Para ello, el componente horizontal pone a disposición la experiencia tanto europea como latinoamericana en la materia. Además, fortalece las capacidades del personal de las Administración Pública, así como de otras personas involucradas, incluyendo a la sociedad civil.  
     

    ¿Cuáles son los retos de EUROCLIMA+? 

     

    EUROCLIMA+ trabaja en un entorno innovador, intersectorial y de múltiples partes interesadas. Las iniciativas se identifican y planifican a través de mecanismos participativos. Fomenta el diálogo y el intercambio regional, asegurando que los países de América Latina compartan las mejores prácticas y lecciones aprendidas.  

     

    El programa brinda servicios a los gobiernos de América Latina en función de sus necesidades, buscando promover el diálogo político, la gestión del conocimiento, el desarrollo de capacidades, la educación y la conciencia sobre el cambio climático. EUROCLIMA+ es impulsado por la demanda. Reúne experiencias de Europa y América Latina, así como la experiencia de los organismos especializados de las Naciones Unidas, apoya la cooperación Sur-Sur y los procesos de aprendizaje conjunto. 

     

    Ante este escenario, uno de los principales retos del Programa es justamente el trabajo sinérgico con 18 países de América Latina, región en la cual se comparten muchas fortalezas y necesidades, pero que al mismo tiempo presentan sendas diferencias, marcadas por su historia, cultura, política e interacción entre las mismas naciones. 

  • 31 mayo 2018

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    La FIIAPP en los EDD 2018

    Varios proyectos gestionados por la FIIAPP participan en las Jornadas Europeas de Desarrollo 2018, con la igualdad de género como tema central

     

    «Mujeres y niñas a la vanguardia del desarrollo sostenible: proteger, empoderar e invertir» es el lema escogido para las Jornadas Europeas de Desarrollo 2018, que se celebran la próxima semana en Bruselas. Durante los días 5 y 6 de junio, la capital de Europa se convierte también en la capital del desarrollo.

     

    Y es que las jornadas organizadas por la Comisión Europea tienen este año la igualdad de género como tema central. Además de impulsar la participación de las mujeres en los distintos foros, esta edición aspira a conseguir para todas ellas un mundo más seguro, más abierto y más inclusivo.

     

    El evento sobre desarrollo más importante del mundo, abierto al público, concentrará unas 500 sesiones en dos días, en las que participarán más de 2.600 ponentes. Entre ellos, 7 premios Nobel y 100 líderes mundiales. La FIIAPP también estará presente en los European Development Days (EDD) a través de cuatro de los proyectos que gestiona: EUROsociAL+, Bridging the Gap, Cooperación Triangular y EUROCLIMA+.

     

     

    El programa EUROsociAL+ promueve la cooperación y el diálogo entre la Unión Europea y América Latina en la promoción de políticas públicas que mejoran la cohesión social y reducen las desigualdades en Latinoamérica.

     

    Pero según Enrique Martínez, técnico de Comunicación y Visibilidad del programa, “estas políticas públicas sólo son efectivas cuando atacan la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, un reto y un objetivo que están marcados fuertemente en el ADN de EUROsociAL+”.

     

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    EUROsociAL+ celebró su encuentro anual en Costa Rica

     

    Por ello, el programa comparte en Bruselas tres avances en políticas de equidad de género en Paraguay, México y, a nivel regional, en América Latina. Así como la transferencia europea en esta materia.

     

    La directora ejecutiva del Gabinete Social de la Presidencia de Paraguay, Mirta Denis, la secretaria ejecutiva del Instituto de las Mujeres de México, Marcela Eternod, la directora de la Fundación Género y Sociedad, Ana Isabel García Quesada, y la Consejera de Estado de Francia, Marisol Touraine, componen “el panel 100% femenino de EUROsociAL+ como contribución a este camino conjunto hacia la igualdad plena”, destaca Martínez. Además, la apertura y clausura del panel la efectuará Jolita Butkeviciene, Directora para América Latina y el Caribe en la Dirección General para Cooperación Internacional y al Desarrollo de la Comisión Europea.

     

    El proyecto Bridging the gap también participa en la edición 2018 de los European Development Days, con la sesión Women on the rise-no one left behind!, organizada en colaboración con el Programa europeo de sistemas de protección social (EU Social Protection Systems Programme) y la ONG Light for the World. Este es su vídeo de presentación:

     

     

    El objetivo de esta sesión es, según Carmen Serrano, técnico de Comunicación del proyecto, “mostrar que, pese a la doble discriminación a la que suelen enfrentarse, las mujeres con discapacidad están liderando el desarrollo sostenible en países de renta baja”. En este sentido, cuatro mujeres compartirán sus experiencias en cuanto a las cuestiones de género y discapacidad a partir de los diferentes enfoques abordados por las tres iniciativas organizadoras de la sesión: protección social, liderazgo y emprendimiento, y acceso al trabajo y empoderamiento económico. Todo esto bajo la moderación de Hisayo Katsui, investigadora y profesora experta en discapacidad.

     

    No obstante, afirma Serrano, “el objetivo de Bridging the gap en este gran evento europeo, no es tanto compartir experiencias como generar diálogo y reflexión sobre el papel de las mujeres con discapacidad en sus comunidades”. De ahí que hayan optado por la modalidad de Brainstorming lab. Durante 75 minutos, la interacción de la audiencia con las ponentes será constante, recogiendo sus insumos e ideas sobre cómo cada persona puede crear conciencia en su entorno sobre la contribución que las mujeres con discapacidad pueden hacer a la sociedad.

     

     

    El proyecto Evalúa, para la promoción de la Evaluación de Políticas Públicas en América Latina y el Caribe, busca estrenarse en los EDD’s dando a conocer algunos de los resultados obtenidos desde su concepción en 2014.

     

    El equipo de coordinación del proyecto asistirá a este foro de cooperación internacional con uno de sus más recientes exponentes: los resultados de la evaluación de la Política de Igualdad de Género de Costa Rica. Asimismo, la gestión, liderada por el equipo de evaluación del Ministerio de Planificación (MIDEPLAN), estará representada por Ericka Valerio, del área de Evaluación y Seguimiento.

     

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    El proyecto participó en el encuentro sobre evaluación de políticas climáticas en México

     

     

    El proyecto se enmarca dentro del programa ADELANTE, cuyo objetivo es mejorar la integración de los países de América Latina y el Caribe y contribuir a alcanzar sus objetivos de desarrollo (ODS). Los EDD serán un espacio interesante para exponer las principales conclusiones y recomendaciones de la evaluación de esa política pública, así como el uso previsto de la misma como insumo para la elaboración de las siguientes fases.

     

    Según Alina Orrico, técnico del proyecto, “esta participación adquiere especial relevancia en un evento en el que la presencia de experiencias latinoamericanas es mucho más escasa que las de otros continentes y, sobre todo, porque se enmarca en un año cargado de emociones, demandas y alusiones a la necesidad de ofrecer respuestas tangibles que garanticen la igualdad entre los géneros”.

     

     

    EUROCLIMA+ es el programa regional de la Comisión Europea para promover el desarrollo ambientalmente sostenible en América Latina. Una acción en beneficio de la mayoría de las poblaciones vulnerables, con un enfoque específico en el género, la población rural pobre y los pueblos indígenas.

     

    En estas jornadas, proyectarán un video general sobre Género y Cambio Climático y elaboran un mapa informativo de América Latina con información sobre género.

     

    Taller de intercambio sobre certificación
    Actividad sobre educación ambiental en Uruguay. Fuente: Pablo La Rosa / adhocFOTOS

     

    EUROCLIMA+ apoya a los países en el desarrollo de sus NDCs o Contribuciones Nacionalmente Determinadas, que se enmarcan en el Acuerdo de París. Las NDCs reflejan el compromiso de la comunidad internacional para enfrentar los impactos del cambio climático.

     

    Según Alexandra Cortés, experta en Comunicación y Visibilidad del programa, las NDCs “promueven la integración de la acción climática en un marco político que pueda brindar un crecimiento económico y desarrollo social, además de la protección del medio ambiente y resiliencia climática”.

  • 15 febrero 2018

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    Causas y consecuencias de la contaminación atmosférica urbana

    Las ciudades se convierten en lugares prioritarios desde los que luchar contra el cambio climático. En América Latina, Euroclima+ apoya las políticas de mitigación para la reducción de emisiones

     

    Cuando los niveles de contaminación aumentan, el transporte público es gratis en París. Y solo los vehículos “limpios” pueden acceder a la ciudad. En Bruselas, se da prioridad a las bicis, como en Copenhague. O se limita la velocidad, como en Madrid. Mientras que Londres, Oslo y Estocolmo recurren a los peajes para restringir el tráfico.

     

    Controlar la circulación y el estacionamiento, fomentar el coche compartido y el transporte público o los premios a los coches ecológicos son algunas de las medidas tomadas en el sector del transporte para reducir la contaminación atmosférica urbana. Uno de los efectos del cambio climático más visibles en las ciudades de todo el mundo.

     

    Fuera de Europa, Tokio controla la polución a tiempo real, con índices que se pueden consultar online. Controles en la calle, multas y listados de infractores son otras de las medidas en uno de los lugares más poblados del mundo.

     

    Y es que la mayoría de la población mundial vive en las ciudades. Lo que hace necesario adoptar una perspectiva urbana del cambio climático, pues se calcula que el 70% de la población será urbana en 2050. Cuando los usos asociados al entramado de las ciudades producen más del 70% de las emisiones de CO2.

     

    Contaminación atmosférica, cambio climático y salud

     

    Este artículo plantea la reflexión sobre si somos conscientes de lo que significa la contaminación atmosférica urbana. Si somos conscientes de que la mala calidad del aire afecta a nuestra salud. Y de si somos conscientes de que provoca miles de muertes prematuras al año. Y aporta datos: 1.032.833 muertes al año en China, 621.138 en India, 54.507 en Ucrania, 32.668 en Turquía, 26.241 en Brasil, 26.160 en Alemania o 16.798 en México.

     

    El programa Euroclima+, financiado por la Unión Europea para hacer frente al cambio climático en América Latina, apoya el desarrollo de políticas de mitigación relacionadas directamente con la reducción de gases de efecto invernadero y otras emisiones.

     

    Euroclima+ Chile
    Encuentro de Euroclima+ en Chile

     

    Planes específicos con este objetivo se desarrollan en los sectores industriales y del transporte. Pues el aumento demográfico hace que los patrones de producción y consumo choquen con los recursos limitados. Según la huella ecológica, si no se toman medidas, en 2030 será necesario el equivalente a dos planetas Tierra para cubrir nuestras necesidades.

     

    Con presencia en 18 países latinoamericanos, el programa trabaja en conformidad con la convención de las Naciones Unidas sobre cambio climático y según las necesidades de una región que acoge a algunas de esas ciudades en expansión.

     

    El cambio climático en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

     

    Otra de las tareas de Euroclima+, cuyo componente de gobernanza climática lidera la FIIAPP, es la evaluación de esas políticas climáticas, que permite redefinir o rediseñar las acciones en el marco de acuerdos o el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Un total de 17 metas que establecieron en 2015 varios líderes mundiales por un mundo mejor en 2030. Y que, en resumen, persiguen “acabar con la pobreza, luchar contra la desigualdad y parar el cambio climático”.

     

    Entre ellos, el número 11 hace referencia a las “ciudades sostenibles” – con un apartado de “impactos medioambientales” – y el número 13 se centra en la acción contra el cambio climático. Pero ¿cómo se está avanzando al respecto?

     

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    La Unión Europea estudia el progreso en torno a estos objetivos. En su último documento (Sustainable development in the European Union, 2017) determina que la concentración de población e industria sigue siendo un riesgo para la calidad del aire. A pesar de los avances, los niveles de contaminación atmosférica continúan estando por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

     

    Sin embargo, como parte de su estrategia para 2020, la UE estableció el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20%, en comparación con 1990. Para 2015, la meta ya se había superado, con una reducción del 22%.

     

    Las ciudades también se comprometen

     

    En este contexto, las ciudades son conscientes de su necesario protagonismo. Y así lo reivindicaron en la última Cumbre del Clima de la ONU (COP23), celebrada en Bonn en noviembre de 2017 y en la que reclamaron más herramientas para combatir el cambio climático.

     

    En concreto, se abordó la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y su fin último: frenar el calentamiento global. El objetivo sigue siendo que las temperaturas terrestres no aumenten más de 2º C para 2050. Para lo que es necesario que las emisiones se reduzcan un 80%.

     

    A ese encuentro también asistió Euroclima+ , reuniéndose con varios ministros de los países de la región para dar seguimiento a los objetivos a los que ya se comprometieron dentro del Acuerdo de París (COP21), y para reforzar el diálogo en torno a las políticas climáticas.

     

    Muchas de las urbes que se dieron cita en Bonn pertenecen también a la red C40, que reúne a más de 90 ciudades para luchar contra el impacto climático a través del trabajo común. Entre los objetivos principales, “reducir los gases de efecto invernadero e incrementar la salud y el bienestar de los ciudadanos”.

     

    Solo esta red representa a “más de 650 millones de personas y un cuarto de la economía mundial”, lo que vuelve a convertir a las ciudades en el lugar prioritario a la hora de abordar este problema.

     

    Un ejemplo de este compromiso se refleja en el breve documental difundido por la red sobre el trabajo de 6 ciudades: Bogotá, Ciudad del Cabo, Nueva York, Paris, Portland y Seúl.

     

     

    Y es que al final, el siguiente paso es que nosotros, como personas individuales, también tomemos conciencia de que estas medidas no pretenden hacernos la vida más difícil. Al revés, nos permitirán vivir en un futuro.

    El truco está en cambiar algunos hábitos, con pequeños gestos, por insignificantes que parezcan. Más de 7.000 millones de pequeños gestos vencen al cambio climático.